Cita con Canarias

Bernabé Quintana, coleccionista de cuchillos canarios

«Hago búsquedas en Google de ‘messer kanarische’ o ‘canary knife’»

«Hago búsquedas en Google de cuchillo canario, ‘messer kanarische’ o ‘canary knife’», dice Bernabé Quintana Afonso durante la entrevista, en la que habla del cuchillo canario como herramienta del campesino canario, pero también de sus características artísticas únicas en el mundo. Y de algunos de los cuchillos canarios más singulares de su colección. [Versión extensa de la entrevista publicada en la edición impresa de PELLAGOFIO nº 119 (2ª época, junio 2023)].

«Casi todas las piezas mejor conservadas del siglo XIX están fuera de Canarias» BERNABÉ QUINTANA AFONSO

Por YURI MILLARES

«Ahora mismo, 166», dice este coleccionista de cuchillos canarios cuando se le pregunta por el número de estos objetos que lleva reunidos en años de búsqueda por Canarias. También por del resto del mundo. «Donde más se ven es en Gran Canaria, porque es donde se originó y ha evolucionado. A gente que está medio indecisa la suelo traer a mi casa, para que vean la colección. Me ha llevado muchos años juntarla y lo que intento es reunir parte de la historia del cuchillo canario», explica. Pero también ha encontrado en Tenerife, en Lanzarote o en La Palma. Y más lejos aún, en Madrid, Londres y mucho más lejos. Hasta en Nueva Zelanda o Australia.

■ OJO DE PEZ / El ‘naife’ del dictador Franco

Popularizado también como naife, ante la insistencia de muchos turistas ingleses de finales del siglo XIX, que pedían tener un «canary knife» cuando llegaban al Puerto de La Luz y Las Palmas, hasta el propio dictador Franco tenía uno en su despacho en El Pardo. Lo cuenta Bernabé en la cita para esta entrevista, que tuvo lugar ante las vitrinas de su colección de cuchillos canarios ●

Bernabé Quintana muestra un cuchillo canario actual, elaborado por el artesano José Juan Sosa en Gáldar (Gran Canaria). | FOTO Y. M.
El mismo cuchillo canario que sujeta Bernabé Quintana en la fotografía anterior, con más detalle. Dedicado a Teror, incluye en el cabo a la Virgen del Pino con el manto y sin el manto. En la hoja, grabado de la calle Real y la iglesia al fondo. Se lo encargó a José Juan Sosa como una promesa (Gran Canaria, 2022). | FOTO Y. M.

—Vivo en Teror, un pueblo que siempre ha sido agrícola y ganadero. Hoy en día la normativa no permite portar armas de más de once centímetros. Pero, antiguamente, recuerdo ver a mi padre y a los mayores de la zona siempre con el cuchillo canario en la cintura. Y siempre me ha parecido muy bonito. Tiene su componente artístico. Y eso me llevó a los cuchillos, poco a poco.

—¿Recuerdas cuál fue el primero de tu colección?

—Mi padre falleció bastante joven, cuando yo tenía 16 años, y yo me quedé con su cuchillo.

—¿A qué se dedicaba?

—Era transportista. Y siempre llevaba el cuchillo en la cintura, por si hacía falta cortar una soga o para cualquier cosa. También se dedicaba a la agricultura.

—¿Cómo te enteras de que hay un cuchillo interesante para incorporarlo a tu vitrina? ¿Hay algún foro o web especializados?

—Es por el boca a boca. Esto es una isla. Y aun englobando al archipiélago, esto es muy pequeño. Y tampoco hay tanta gente que se dedique a lo mismo, con el tiempo te van conociendo.

—Muchos viajeros y turistas han comprado cuchillos canarios a lo largo del tiempo. Ahora están por el mundo: desde Inglaterra a Australia.

Raro ejemplar de cuchillo canario con corona en el cabo (Gran Canaria, 1895). Regalo a alguna autoridad, localizado en Madrid. | FOTO Y. M.

«Los emigrantes se llevaron con ellos sus cuchillos canarios a América»

—Casi todas las piezas mejor conservadas del siglo XIX están fuera de Canarias. Sobre todo, en sitios vinculados con la emigración canaria. Nosotros, a veces, no le damos el valor suficiente a la historia que tenemos como canarios. Estamos fijo comiendo películas de la historia de Estados Unidos, cuando nosotros tenemos una maravilla de historia. En Estados Unidos hay una comunidad extraordinaria de canarios en Luisiana. Texas la fundaron canarios. Montevideo fue fundada por veinte familias canarias. Varios estados de Venezuela fueron fundadas por canarios. En Buenos Aires hay cuatro asociaciones de emigrantes canarios. Y hoy en día contamos con las redes sociales.

—¿En esa diáspora isleña por el continente americano has localizado cuchillos canarios?

—Sí, hay cuchillos canarios. Los emigrantes se los llevaban con ellos. Y suelen ser cuchillos que podemos calificar de buenos. Por ejemplo, tengo un lote ocho cuchillos que compré en Argentina. Una mujer que había emigrado y se había casado allá regresó en los años 70. Había fallecido el padre y era hija única. Vino para liquidar la casa y cuando se volvió a Argentina se llevó buenas piezas de cuchillos. Ya que no pensaba volver, se quiso llevar algo bueno de aquí.

—Y esos cuchillos los conseguiste.

—Sí. Aquella mujer se llevó dos o tres cuchillos que tenía el padre y, aparte, compró varios más. Yo se los compré al hijo.

—Vuelvo a preguntar: ¿cómo te enteras de cosas así, que alguien en algún lugar del mundo tiene unos cuchillos canarios?

«En Google también busco «knife mediterranean», porque a veces los confunden con los cuchillos del norte de África, que son de arandelas de cuerno»

Cuchillo canario de cabo floreado fechado en «Marzo 12 De 1900», el orden en el que ponían la fecha. | FOTO Y. M.

—Yo hago casi todos los días búsquedas, vamos a decirlo así, compulsivas. Busco en Google, busco en Facebook, «cuchillos canarios», «messer kanarische», «canary knife». También «knife mediterranean», porque a veces los confunden con los cuchillos del norte de África, que son de arandelas de cuerno. Y en una de estas que pongo «cuchillos canarios» en Facebook me sale Casa Canarias Buenos Aires Norte, donde veo las fotos de los ocho cuchillos. Le envío solicitud de amistad, le mando mensajes… Otras veces veo páginas contrastadas de coleccionismo (como eBay y otras), con vendedores que ya han realizado ventas y están valorados positivamente, donde te puedes fiar de la persona que vende y tiene una reputación. Pero cuando contactas con un particular te arriesgas a que te hagan una trastada. Ahora mismo tengo uno localizado en Londres, pero en el perfil de Facebook no tiene ni el nombre real. Lo conocí en un foro de armas blancas y me pasó la foto, es un cuchillo precioso, pero…

—No te terminas de fiar.

—No.

—¿Entre qué margen de precios se mueve este coleccionismo?

—Depende de la antigüedad, el trabajo que lleva el cabo… Es una mezcla de cosas. Se les da un poco más de valor si en la hoja pone la fecha, que es algo que se perdió a finales del XIX y principios del XX. Por ejemplo, tengo uno que pone la fecha, el municipio y hasta el artesano que lo hizo en Telde.

«He estado dos años buscando apellidos Capote en La Palma para localizar los cuchillos canarios estilo Marín Capote»

—En La Palma se llegaron a hacer cuchillos con el cabo octogonal en los años 40 por Marín Capote, recientemente recuperados por el artesano Manuel Villalba que los ha vuelto a hacer. Pero antes ya se llegaron a hacer en Gran Canaria durante algún tiempo. ¿Tienes cuchillos con esa singularidad geométrica del cabo?

—Con los cuchillos canarios estilo Marín Capote he estado, sin exagerarte, dos años buscando apellidos Capote en La Palma. Y enviando, indiscriminadamente, mensajes. «Perdone que le moleste. He visto que usted es de La Palma, ¿por casualidad será usted familiar de Marín Capote?». Y mandándoles foto del cuchillo. No tuve suerte en un noventa y pico por ciento, pero lo que más me sorprendió es que tampoco lo conocían ni tenían referencia de haber visto el cuchillo.

—También fue hace mucho tiempo. Si fue algo puntual es fácil que no lo recuerden.

—Al final contacté con una chica de El Paso que me pasó el teléfono del yerno de Marín Capote. Hablé un par de veces con él, pero ya estaba muy mayor así que le mandé un mensaje al móvil, por si lo veía el hijo. A los pocos días me llamó el hijo.

—¿Sí?

—Localicé un par de cuchillos. Uno se lo compré al nieto de Marín Capote, se lo pagué bien. Y otro, que está bastante deteriorado, me lo dio un señor de Los Llanos de Aridane que se dedica a coleccionar aperos de labranza y este tipo de cosas. Creo que la historia del cuchillo canario en La Palma está en Marín Capote y una familia que vivía enfrente de su casa, que les decían Los Arrugaos y eran herreros.

Cuchillo canario de cabo octogonal con hoja Bowie (Gran Canaria, 1885). | FOTO Y. M.

«Llegué a localizar un cuchillo del XIX de cabo octogonal y hoja Bowie en una subasta en Londres»

—¿Has localizado algún cuchillo antiguo con cabo octogonal de Gran Canaria?

—Sí, aunque lo traje de Tenerife. Pero por la firma que tiene fue hecho en Gran Canaria. Está fechado en 1885, con el cabo octogonal y el rallado habitual, con la rareza en estos cuchillos de que, en la hoja, donde iba el contrafilo, lleva la forma de la hoja americana Bowie. Llegué a localizar un cuchillo del XIX de cabo octogonal y hoja Bowie en una subasta en Londres, pero cuando accedí a la web ya había acabado la puja y no pude localizar al comprador. Tengo otro más del siglo XIX con la hoja Bowie, pero no es de cabo octogonal. Alguno de estos cuchillos tuvo que llegar a La Palma y llegar a manos de Marín Capote o de Los Arrugaos.

—Aparte del emigrante que viaja por el mundo con su cuchillo, como un símbolo de identidad y de prestigio social (pues también era exhibido con orgullo), mucho turista lo compró y se lo llevó. ¿Dónde más se localizan?

«Los tienen coleccionistas de todo el mundo, desde Nueva Zelanda a Alemania; hasta en Rusia»

—En Inglaterra hay muchos. Pero los tienen coleccionistas de todo el mundo, desde Nueva Zelanda a Alemania. Hasta donde menos te lo esperas: Rusia. En Península también hay montones, de donde he traído muchos.

—¿Has tenido que ir en persona a buscar alguno porque era la única forma de conseguirlo?

—Alguna vez. Por ejemplo, a Madrid, de uno de los mayores coleccionistas de armas blancas del mundo. Llevaba años hablando con él de un cuchillo muy especial por su valor histórico. Y lo fui a buscar. También es verdad que las paqueterías ponen a veces problemas con los envíos y Correos no los admite. Y cuando se trata de una pieza tan especial, te sale rentable comprar un billete de avión y facturarlo con el equipaje.

—¿Cómo supiste de ese cuchillo especial?

—Muchos cuchillos que se hacían aquí de alta calidad para regalar a autoridades, han acabado en mercadillos de antigüedades. Nosotros le damos mucho valor al cuchillo canario, pero un ministro o un militar al que se le regaló uno, cuando fallece, su familia no le dan ningún tipo de valor y acaban en el Rastro de Madrid. Por eso intento moverme en ese mundo.

—¿Qué tenía ese cuchillo para que fueras a por él?

«En El Pardo, el general Franco tenía uno como abrecartas en su escritorio, con su cajita, con su vaina con puntera y broquel de plata, pintada con los colores de la bandera de España»

—Es un cuchillo muy bonito, floreado, pero con una historia. El coleccionista que lo tenía se lo había comprado al hijo de un embajador alemán que, en los años 60, había tenido una audiencia en El Pardo con el general Franco. Lo tenía como abrecartas en su escritorio, con su cajita, con su vaina con puntera y broquel de plata, pintada con los colores de la bandera de España. En la hoja pone «Recuerdo al General Franco 1936 JMS Orotava».

—Un cuchillo realmente histórico.

—Cuchillos históricos tengo unos cuantos. Por ejemplo, cuando se inauguró el Camp Nou en Barcelona, la Unión Deportiva Las Palmas regaló cuatro o cinco cuchillos abrecartas a los directivos de este equipo. Tiene la pieza central del cabo con motivos de flores en azul y rojo y las anillas de los laterales con el amarillo y azul de la Unión Deportiva. En la hoja lleva los escudos de la UD Las Palmas y del Barcelona de la época y la fecha de inauguración del estadio.

—…

—Otro que conseguí y te puede gustar por tu vinculación familiar con el mundo del timple, es un cuchillo canario que hizo Simón Morales Tavío [1897-1967].

—¿Hizo un cuchillo? Él era carpintero de ribera y constructor de timples en Teguise.

«El pueblo de La Graciosa le regaló al general García Escámez un cuchillo canario con su cajita, que hizo el luthier Simón Morales Tavío»

Uno de los cuchillos canarios más singulares de la colección de Bernabé Quintana: hecho en Lanzarote por el carpintero de ribera y legendario constructor de timples Simón Morales Tavío. Los casquillos los hizo de marfil (en vez de hueso). En el cabo incluyó, en taracea, el texto «La Graciosa al general García Escámez 1944». La cajita tiene también incrustaciones, en este caso con el dibujo del bastón, el sable y las tres estrellas de capitán general en esa época. | FOTO Y. M.

—Cuando empezó como luthier, el Capitán General de Canarias que estuvo al frente del Mando Económico del archipiélago, el general García Escámez, funda en 1943 la Escuela de Artesanía de Teguise y nombran director a Simón Morales Tavío. Este general dotó a las Islas de diversas infraestructuras, entre ellas varias en la isla de La Graciosa, como el cementerio (que hasta entonces no tenía), la ermita o la escuela. Esas infraestructuras se inauguraron en 1944 y el pueblo de La Graciosa le hizo, como regalo, un cuchillo canario con su cajita que hizo Simón Morales Tavío. Es un cuchillo sencillo, porque él ni era herrero ni conocía ese trabajo. De hecho, los casquillos los hizo de marfil. Casi es más bonita la cajita que el cuchillo. Y en el cabo incluyó, en taracea, el texto «La isla de La Graciosa al general García Escámez 1944». Añade también incrustaciones con el dibujo del bastón, el sable y las tres estrellas de capitán general en esa época.

—Qué curioso.

—Salió en una página de compraventa. Me pareció raro, pero como tampoco se vendía en un precio desarbolado, lo compré sobre la marcha y cuando me llegó empecé a investigar su historia.

Cuchillo y su cajita hechos por Simón Morales Tavío. En el cabo lleva la inscripción en taracea «La Graciosa al general García Escámez 1944» (Lanzarote, 1944). | FOTO Y. M.

—¿El vendedor del objeto estaba en Península?

—En el País Vasco.

—Cuando ves un cuchillo canario, ¿sabes a simple vista si es del siglo XIX o del XX? ¿Cómo los distingues?

«A medida que se fue extendiendo el cultivo de la platanera, una planta herbácea, se necesitaba una hoja con menos grosor para un corte de tajo limpio»

—Sí. Antiguamente, los casquillos tenían unos diseños más bonitos (algo que se está recuperando en la actualidad). Tenían un ribeteado y moleteado muy bonito, aparte de tener un acordonado: en uno, la pieza central en el casquillo lleva flores y en otro lleva pintaderas canarias. No se sabe por qué, dejaron de poner la fecha y dejaron de hacer ese tipo de casquillo. También en los cuchillos del XIX la hoja es más gruesa y estrecha, porque en esa época era multiusos. Pero a medida que se fue extendiendo el cultivo de la platanera, al ser una planta herbácea que suelta agüilla por dentro, se necesitaba una hoja con menos grosor para un corte de tajo limpio.

—¿Qué acero conseguían antiguamente los artesanos para la hoja?

«Juan del Toro pilló el chasis de un coche inglés y mientras le duró las hojas de él fueron una maravilla»

—Antes no tenían las facilidades de hoy en día, que se puede mandar a pedir lo que uno quiera de cualquier parte del mundo. Antiguamente era ensayo prueba-error con los materiales que conseguían. Por ejemplo, hubo un artesano con un montón de fama porque hacía unas hojas buenísimas. Se llamaba Juan del Toro y pilló el chasis de un coche inglés. Mientras le duró ese chasis las hojas de él fueron una maravilla. Después el comentario era «ya no los está haciendo tan buenos».

—Se usaban mucho, también, las ballestas de los camiones. Había un aprovechamiento de materiales que se reciclaban.

—Sí. Eran accesibles y los mejores aceros de entonces.

—Tienes una colección amplia de cuchillos que necesitarán un mantenimiento, unos cuidados.

«El cuerno hay que hidratarlo para que se conserve. Y con las hojas pasa igual, vivimos en un sitio bastante húmedo. Les doy grasa de carnero»

—El cuerno es un material orgánico que se contrae y se dilata, se reseca. Hay que hidratarlo para que se conserve. Y con las hojas pasa igual, vivimos en un sitio bastante húmedo. Les doy grasa de carnero tanto para una cosa como para la otra. Y vaselina a la hoja, que le aporta un especie de película que retrasa la oxidación. Cuando manipulo los cuchillos antiguos siempre uso guantes, porque lo que toque con los dedos empieza a oxidarse con el tiempo. La hoja, además, es bueno conservarla fuera de la vaina, ya que dentro condensa humedad y con los años el cuero se adhiere al metal.

—Ahora que mencionas las vainas de los cuchillos, ¿tienen su importancia?

—Por supuesto. Mira si para mí es importante, que a veces he comprado un cuchillo que no me gustaba sólo por la vaina. Porque le veía alguna característica interesante. Hoy no se ven tanto porque no está permitido portarlos, pero la forma de llevarlos era en su vaina. Por eso le doy mucha importancia a las vainas antiguas que era lo primero que se echaba a perder y también hay que hidratar. Y cuando eran cuchillos de, digamos, gama alta, solían ponerle una puntera y un brocal, que es donde enganchabas la hoja, que era de plata, alpaca u oro.

Pieza muy bonita del s. XIX, también de Gran Canaria, lo adquirió porque le atrajo «mucho más la vaina que el cuchillo», explica Bernabé Quintana. | FOTO Y. M.

—¿El oro y la plata son materiales frecuentes en los cuchillos como objetos de lujo o de regalo?

—Sí. De plata hay bastantes hojas. Con incrustaciones en plata en los casquillos también hay muchos. Y de oro he visto, incluso tres o cuatro con la hora de oro, pero son más escasos. Cuando consigo piezas antiguas, no obstante, a mí me da igual si fueron hechos en plata o en oro. Hay quien le da más valor. Para mí, el valor lo tiene el trabajo del artesano y el diseño. El oro y la plata es un accesorio, un extra. Pero no hace que el cuchillo sea mejor.

«Un 75 por ciento de mi colección son cuchillos de cabos floreados, el más artístico y bonito. No es pintadito y lleva el triple o el cuádruple de trabajo que con dibujos geométricos

—¿Qué valoras tú en el trabajo de orfebre que lleva el cabo?

—En el trabajo artesano no puede ser todo perfecto. Pero valoro que sea un trabajo limpio, de calidad. Después, la complejidad del diseño. No es lo mismo, si hablamos de cabos floreados, que sean cuatro pétalos sencillitos, que si son más complejos.

—De gran complejidad por tratarse de incrustaciones de metal sobre cuerno.

—Claro. Un 75 por ciento de mi colección son cuchillos floreados, porque es el más desconocido y, para mí, el más artístico y bonito. Hay gente que piensa que el cabo floreado es pintadito, que son los otros diseños los que llevan más trabajo. No saben que lleva el triple y el cuádruple de trabajo que con dibujos geométricos, la mayoría de las veces transversales a la pieza.

—¿Te interesan los cuchillos del siglo XXI?

—Sí. Hay otros materiales y la posibilidad de trabajar con otro tipo de herramientas. En el XX hubo una época dorada con artesanos que se lucieron bastante, como Vicente Batista León y su hijo, o como Rafael Torres. Y ahora hemos vuelto a otra época dorada, en contraposición a otras artesanías que han decaído (como el calado canario, la latonería y otras muchas que están en desuso, lamentablemente, por la competencia de precios de lo industrial).

Retrato a Bernabé Quintana con cinco cuchillos canarios de Gran Canaria del siglo XXI. De izquierda a derecha, los de José Juan Sosa, con cabo heptagonal (Gáldar), de Francisco Torres (Guía), de Ramón García (San Lorenzo), de Daylos Kevin Delgado (Telde) y de José Miguel Martínez Sánchez (Las Palmas). | FOTO Y. M.

—Una época dorada, la de ahora, con otros usos del cuchillo canario.

—Hay quien todavía lo utiliza. Pero la mayoría es por tener un detalle que es una seña de identidad.

—Hay un nuevo uso para el que se está demandado: en cocina por parte de chefs.

—Es que hoy en día se hacen con diversos tipos de acero y hay una amalgama de calidades impresionante.

—Terminamos, un recuerdo dulce.

—El más reciente, la cara de los niños con ese asombro y ese interés, al explicarles en una charla en su colegio días atrás lo especiales que son estos cuchillos, los más elaborados del mundo.

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