Cita con Canarias

Domingo Trujillo, naturalista y ornitólogo/quiropterólogo

"La fotografía de aves y murciélagos requiere muchísimo esfuerzo, lleva muchas horas y mucha pasión"

“El DDT causó la extinción de los guirres en Gran Canaria y otras islas, y seguro que perjudicó a todas las especies de murciélagos”, dice Domingo Trujillo durante la entrevista en la que hace un repaso por aves singulares de Canarias que estudia y anilla (algunas en peligro de extinción) y los murciélagos autóctonos del archipiélago. [Versión extensa de la entrevista publicada en la edición impresa de PELLAGOFIO nº 81 (2ª época, noviembre 2019)].

“El enrejado de galerías y tubos volcánicos está afectando dramáticamente a murciélagos en Canarias”

El murciélago de Madeira (‘Pipistrellus maderensis’) suele meterse en casas, bodegas o garajes y, de noche, es frecuente avistarlos cazando insectos junto a las farolas. | DOMINGO TRUJILLO

Por YURI MILLARES

Aunque la afición a las aves y a los murciélagos le viene “desde niño”, dice Domingo Trujillo, lleva 25 años estudiándolos como experto e investigador, observando y censando especies canarias allá donde lo llaman (actuando tanto en la recuperación de especies como el pinzón azul o el águila pescadora; como erradicando otras que eran invasoras y dañinas, como el murciélago frugívoro egipcio). Para ilustrar sus artículos, las memorias que redacta y algún libro publicado, hace sus propias fotografías “como complemento”, con la habilidad y preciosismo de un gran fotógrafo de naturaleza, aunque, él insiste: “Soy naturalista, es lo que he hecho prácticamente siempre”.

“La fotografía de aves y murciélagos requiere muchísimo esfuerzo, lleva muchas horas y mucha pasión”

■ OJO DE PEZ / Objetivo macro, flashes… y a revelar

Quien no lo conozca es probable que sí haya visto, al menos, algunas de sus llamativas fotos de murciélagos de Canarias. En mi caso, conocía esas fotos y sólo algunos años después lo he podido conocer y entrevistar en una breve visita a Santa Cruz de Tenerife. Y tenía curiosidad por saber de esas fotos. “Las he hecho en alta velocidad con un par de flashes y cámara Nikon con objetivo macro de 60 mm”, me contó. ¡Con cámara analógica! Salía una foto buena de cien, por la dificultad de enfoque y encuadre… ¡y no lo podía saber hasta revelar el carrete! Eso me suena ●

–¿Cómo saltó la chispa un día y te pusiste a hacer fotografías?

–También desde niño, pero no como fotografía artística, sino para identificar y ver bien los rasgos de murciélagos, de aves, de reptiles, de lo que sea.

«En Gran Canaria he hecho censos de fringílidos con el fin de aportar un argumento sólido para que los silvestristas no siguieran cazando estas aves»

–Las fotografías en la naturaleza, en el ambiente de cada especie, son un trabajo complicado.

–Requiere muchísimo tiempo y esfuerzo, lleva muchas horas y mucha pasión.

–¿Cómo hiciste tus fotografías de murciélagos? Llaman mucho la atención.

–Con bichos controlados que capturaba (obviamente con autorización). Preparaba el equipo de fotografía (flashes, trípodes, barrera infrarroja, etc.) y hacía que pasaran por un embudo para que cortara el haz y se disparara la foto.

–Un trabajo apasionante. ¿Cómo se hace un censo de aves? ¿Cuál es la metodología?

Macho de lagarto gigante de El Hierro (‘Gallotia simonyi’). | FOTO DOMINGO TRUJILLO

–Con el pinzón azul de Gran Canaria empecé el trabajo de campo en 2005 y he seguido hasta este año anillando un buen número de pinzones azules (aunque hubo dos o tres años que no se hizo nada). También he trabajado con aves marinas como la pardela pichoneta, en situación de “vulnerable”. Y los últimos años he trabajado con la SEO en el Parque Nacional de Garajonay haciendo seguimiento de aves (palomas de laurisilva, gavilán, etc.).

“En Gran Canaria he hecho censos de fringílidos con el fin de aportar un argumento sólido para que los silvestristas no siguieran cazando estas aves (los pintos, los verdecillos, el canario, el verderón y el pardillo). Para saber la tendencia de las poblaciones (en este caso, aves), siempre hay que repetir el mismo recorrido o transecto, a ser posible siempre en las mismas horas y comparando la evolución a lo largo del tiempo. Es decir, yo camino un kilómetro y voy contando lo que a 25 metros a ambos lados de mi línea de recorrido detecto dentro y lo que detecto fuera (bien por escuchas, bien por observación). Sale un número determinado que, si lo repites cada equis tiempo, vas a saber (en esa zona de pinar, esteparia o donde toque) la evolución de la población de aves en ese determinado sitio (las densidades y las abundancias).

«El ave más amenazado en Canarias con diferencia sobre los demás es el pinzón azul de Gran Canaria»

–De las especies más singulares de Canarias, ¿cuáles serían las más amenazadas y por qué?

Macho de pinzón azul de Gran Canaria (‘Fringilla polatzeki’). | FOTO DOMINGO TRUJILLO

–La más amenazada con diferencia sobre las demás es el pinzón azul de Gran Canaria. También el águila pescadora, de la que estuve haciendo un censo durante tres años: de 2013 a 2015.

“Cuando comenzamos esos censos sólo había águilas pescadoras en El Hierro, en La Gomera, en Tenerife, en Montaña Clara y en Alegranza. Había desaparecido como reproductora de Lanzarote, de Fuerteventura, de Gran Canaria y de La Palma (en esta isla hacía más de medio siglo).

“Los resultados de este censo los comparamos con el que se hizo en 2008 y la población con territorio se había reducido a la mitad. Es decir, de 14 parejas asentadas en un territorio en las islas Canarias en 2008, se redujo a 7 parejas entre 2013-2015. Parejas con territorio no significa que se reproduzcan, sino que lo defienden y que pueden llegar a efectuar la puesta, pero sin éxito reproductor.

–¿Por qué razones están tan amenazadas estas dos aves?

«En el caso del águila pescadora, los factores por los cuales se ha reducido su población a la mitad en los últimos años no se saben bien»

–El pinzón azul yo creo que es por las talas del pinar natural que tiempo atrás se hicieron en Gran Canaria y le hicieron perder muchísimo hábitat. En el caso del águila pescadora, los factores por los cuales se ha reducido su población a la mitad en los últimos años no se saben bien. Lugares como Alegranza, donde antes había tres y cuatro parejas con territorio, sólo salió una en el censo. Una isla con muy buenas por la tranquilidad en los cantiles donde crían y, seguramente, por la disponibilidad de peces para su alimento. Y en Tenerife, paradójicamente, en los acantilados de Los Gigantes, lugar que se masifica en verano, en los últimos tiempos crían tres parejas.

Águila pescadora (‘Pandion haliaetus’). | FOTO DOMINGO TRUJILLO

–El cambio climático y la elevación de la temperatura de las aguas está haciendo que lleguen a Canarias nuevas especies de peces. ¿Se da también a nivel de aves?

–Sí, con el rabijunco etéreo, una especie tropical que hemos visto criando en El Hierro en 2007. Desde entonces se ha extendido a otras islas como Fuerteventura (donde está ahora mismo la mayor colonia de las islas Canarias y de España) y Lanzarote. Se supone que en los próximos años y en las próximas décadas irá expandiéndose hacia otras islas, porque parece que es la tendencia.

–¿De dónde vino esta ave, de América?

–Es un ave que está en el Caribe, pero también en las islas de Cabo Verde, así que lo más probable es que venga de este último archipiélago, donde hay más de mil parejas. Sólo hay unos 1.300 km hasta Canarias; el Caribe queda bastante más lejos.

–¿Y los murciélagos? ¿Los has estudiado y censado en toda Canarias?

–Y hemos descrito alguna subespecie endémica nueva para la ciencia.

El murciélago de bosque (‘Barbastella barbastellus guanchae’) es una subespecie endémica de Canarias. | FOTO DOMINGO TRUJILLO

–En la actualidad hay siete especies en Canarias.

–Hay siete especies autóctonas. De ellas, dos endémicas: una a la que se le ha dado rango específico hace un par de décadas, el orejudo canario (Plecottus teneriffae); la otra la describimos entre tres compañeros el año 2002 (Carlos Ibáñez y Javier Juste, de la Estación Biológica de Doñana, y yo), una subespecie del murciélago de bosque Barbastella barbastellus, endémica de La Gomera y de Tenerife. Le dimos el nombre guanchae porque fue en el municipio de La Guancha donde se capturó el holotipo. Es el murciélago que está en mayor peligro de extinción no sólo en las islas Canarias, sino en todo el territorio nacional.

“El año pasado hice para la Viceconsejería de Medio Ambiente un seguimiento del murciélago de bosque en todo el archipiélago y los resultados han sido bastante dramáticos: muchos de los refugios que Silvia Fajardo [bióloga del Servicio de Biodiversidad del Gobierno de Canarias] y yo conocíamos desde la década de los 80 a principios de este siglo ya no los usaban: bien porque se habían enrejado muchísimas de las galerías y algunos tubos volcánicos y no podía acceder a refugiarse, o porque la especie está en decremento también.

«Es compatible asegurar las entradas de las galerías para evitar accidentes, con que los murciélagos las sigan usando colocando los enrejados de la forma adecuada»

–¿…?

–El enrejado de las galerías y algunos tubos volcánicos afecta al orejudo canario y al murciélago de bosque, porque se ha hecho sin la separación suficiente entre los barrotes para que los murciélagos pasen sin dificultad. Además, se han instalado casi siempre de forma vertical, lo que es un hándicap todavía mayor para los murciélagos. En otros lugares, y aquí también se ha hecho, cuando se pretende proteger alguna colonia o alguna cavidad que usan los murciélagos, los barrotes se ponen en posición horizontal y con una separación suficiente para que puedan pasar volando a través de ellos.

“Pero a raíz del accidente y fallecimiento de varias personas en una galería de Tenerife, se enrejó casi todas las galerías. Está bien para que no ocurran desgracias como esas, pero es compatible asegurar las entradas de esas galerías para que la gente no pase y evitar accidentes, con que los murciélagos sigan usando esas galerías o tubos volcánicos simplemente colocando los enrejados de la forma adecuada.

–La isla donde están las siete especies de murciélagos de Canarias es Tenerife. En Gran Canaria, una isla que también tiene una gran variedad de hábitats y ecosistemas, no. ¿Las pudo haber tenido en el pasado?

–Yo creo que sí. Gran Canaria, antes de las talas bestiales que se hicieron en el monteverde y en los pinares tuvo que ser una isla, por la extensión, por la orografía y por la diversidad de hábitats y biotopos, muy buena para los murciélagos, seguramente como Tenerife.

–¿Puede tener que ver con que las plagas de langosta se combatieron fumigando con DDT en los años 60?

Los murciélagos de Canarias son insectívoros, alimentándose de mosquitos y lepidópteros. En la foto, un orejudo canario. | FOTO DOMINGO TRUJILLO

–Sí, muchísimo. Durante la década de los 50 del siglo pasado hubo dos arribadas de langosta a las islas Canarias y se fumigó con DDT, en muchos casos desde avionetas. Esa fue, creo, la principal causa de la extinción de los guirres en Gran Canaria, en Tenerife y en otras, también del milano real, y seguro que perjudicó a todas las especies de murciélagos. No me extrañaría nada que justo por ese motivo no encontremos hoy en Gran Canaria otras especies que sí están aquí [en Tenerife].

–El estudiante alemán Matthias Kaiser, que acaba de hacer un muestreo en el norte de Gran Canaria para su trabajo de fin de grado y datar la presencia de murciélagos en muchos lugares, me comentaba que habría detectado con un aparato un medidor de ultrasonidos (a falta de confirmarlo cuando analicen las grabaciones) hasta cuatro o cinco especies diferentes.

«Los tres murciélagos de borde claro citados en el Centro de Recuperación de Fauna de Tafira son los primeros en cien años desde que David Bannerman capturó dos en 1922»

–Yo he detectado y capturado (que siempre es mucho más seguro para la determinación de las especies) a dos en Gran Canaria. Del murciélago montañero he capturado más de medio centenar, que he datado, medido, pesado, sexado, etc. y sólo uno de otra especie que es el murciélago rabudo, lo que pasa es que hay cuatro o cinco localidades más donde lo he detectado.

“Luego, hice un informe para Gesplan en el 2012 y anterior a esa fecha en el Centro de Recuperación de Fauna Silvestre de Tafira habían entrado (además de los montañeros Hypsugo savii), tres del género Pipistrellus, seguramente Pipistrellus kuhli como los que citó David Bannerman en 1922, hace cien años en Tafira, dos murciélagos de borde claro que están en el Museo de Historia Natural de Londres. Desde esas dos capturas y hasta la actualidad, nadie ha capturado o ha identificado mediante detector de ultrasonidos o grabadora murciélagos de borde claro en Gran Canaria.

“Yo creo que están, pero hay que tener muchísimo cuidado porque el murciélago montañero Hypsugo savii de las islas Canarias emiten a una frecuencia muy semejante a como lo hacen los murciélagos de borde claro del norte de África y de Europa. Han subido el nivel de frecuencia: en el continente lo hacen sobre 31-33 kilohercios y en las islas Canarias sobre 38-40, que es la frecuencia a la que normalmente emiten los murciélagos de borde claro de fuera del archipiélago. Eso ha dado pie a errores de identificación.

–Esta presencia detectada en el norte de Gran Canaria por Kaiser implica una recuperación importante, seguramente porque ahora se usan productos menos dañinos en el campo.

–Yo creo que sí. Se han ido recuperando de lo que ocurrió en la década de los 50, que en Gran Canaria tuvo un impacto mayor. Yo recuerdo estar diez días en Gran Canaria con otro compañero en 1987 y sólo detectamos murciélagos en Tejeda. Después, en los censos que hicimos en 2011-2012, salen más de 150 cuadrículas 1×1 en las que no sólo hay un dato, hay varios.

“Estamos hablando de más de 200 puntos donde se detectó o se capturó algún murciélago. Del murciélago rabudo únicamente había dos datos de escuchas, uno en Maspalomas y el otro en Tejeda en el año 89, y yo no lo había detectado nunca en Gran Canaria hasta 2007, que capturamos uno en El Juncal de Tejeda. Los murciélagos de borde claro sí que están en Gran Canaria, pero desde mi punto de vista, escasos y localizados. O sea, que en esta isla citas seguras hay de tres especies (estamos hablando de bichos capturados o colectados en mano) y no sabemos si puede haber otros).

–Siempre se nombran más al orejudo, al montañero y al ‘maderensis’. Las otras especies que se citan menos en el conjunto del archipiélago, ¿tienen una menor presencia?

–Se habla mucho del orejudo canario por ser endémico. También del murciélago de Madeira porque es el más abundante en las islas de El Hierro, La Gomera, La Palma y Tenerife (donde se ha localizado hasta ahora en el archipiélago canario). El maderensis es un endemismo macaronésico de Canarias y Madeira, pero lo encontramos en 1997 en Azores, es la primera cita que se tiene para ese archipiélago.

“Sorprendente, porque está a más de 800 km de Madeira y a 1.700 de Portugal. Lo capturamos y se le hicieron análisis genéticos confirmando su origen en Madeira. Y en los últimos tiempos se habla algo más del murciélago de bosque porque es bastante probable que en los próximos años se eleve de subespecie a nivel específico como especie endémica de las islas Canarias.

“Han venido colegas de Alemania, de Suecia y de la Península para verlos y hemos estado en tubos lávicos para capturarlos y que los vieran: están convencidos de que por su color y otras características tendrán rango de especie. Las diferencias son bastante marcadas, incluso genéticamente hay un 4% de diferencia con los murciélagos de bosque del norte de África y de Europa, un porcentaje muy alto.

«El murciélago rabudo es el único que se puede oír en las islas Canarias ya que emite sonidos a 13 o 14 kilohercios»

–¿Y las otras especies?

–Se habla poco del murciélago de borde claro que sí que hay Fuerteventura. Del murciélago rabudo tampoco se habla mucho: su característica más destacada es el gran tamaño que tiene con una envergadura de 40 cm. Además, sus emisiones a 13 o 14 kilohercios cuando está en vuelo son audibles. Es el único murciélago que se puede oír en las islas Canarias.

“El nóctulo pequeño sólo se encuentra en La Palma y Tenerife, una especie que encontramos nosotros en el año 88 aunque ya teníamos datos desde el 80… Yendo desde el más pequeño al más grande, las siete especies autóctonas de murciélago que hay en Canarias son: el de borde claro, el de Madeira, el montañero, el de bosque, el orejudo canario, el nóctulo pequeño y el rabudo.

“A principios de este siglo hubo una población de murciélago frugívoro egipcio que estaba asentándose en el norte y en el sur de Tenerife. En varios trabajos que hicimos para el Cabildo de Tenerife y para la Viceconsejería de Medio Ambiente del Gobierno de Canarias conseguimos erradicarlo. Capturamos cerca de medio centenar.

–¿Cómo llegó?

–Se escaparon de zoos. Y en ambas zonas estaban reproduciéndose. Capturamos varias hembras transportando a la cría y otras en estado de gestación. Si no se hubiera hecho nada, hoy en día habría una población importante. Comían, sobre todo, higos de laurel de Indias (Ficus nitida), aguacates, plátanos, pomarrosas y algunos frutos más.

–Terminamos, un recuerdo dulce.

–Mayo de 1988. Tenía yo 25 años. Había estado con las aves y los murciélagos desde niño y un día que no recuerdo de ese mes y de ese año un guarda forestal del Parque Nacional del Teide me dejaba muy cerca del Riachuelo. Transportaba yo el equipo (las redes, el saco de dormir, las pesolas, en fin, todo para trampear y empezar a datar murciélagos) donde arrancó mi estudio con los murciélagos en las islas Canarias de forma remunerada. Para mí aquello era un auténtico sueño. Es decir, estaba haciendo lo que venía haciendo desde años atrás pagándolo de mi bolsillo, haciendo lo que me apasionaba, ¡pero me lo pagaban!

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