Cita con Canarias

Mario Reyes, sumiller y profesional del vino

“Lo más difícil de catar un vino es que no te influya la etiqueta o la zona: ¡ser libre!”, dice este colaborador habitual de PELLAGOFIO con sus catas de vinos canarios, que aquí nos habla más extensamente de esos vinos y su futuro durante la entrevista que protagoniza para la sección “Cita con Canarias”. [Versión íntegra de la entrevista publicada en la edición impresa de PELLAGOFIO nº 21 (2ª época, junio 2014)].

Por YURI MILLARES

Uno de los artífices del Tasting Room (la cita anual más variada y amplia para catar vinos en Canarias, que este mes de junio de 2014 celebra en el auditorio Expomeloneras su sexta edición), Mario Reyes atesora, en su currículum como sumiller, éxitos en diversos concursos de cata entre los que destacan ser Finalista Nariz de Oro 2006, ganador del I Campeonato Nacional de Sumilleres Trofeo Custodio Lopez Zamarra 2007 en Madrid Fusión y Mejor Sumiller de Canarias de 2011.

«Lo importante es que quien haga el vino se sienta orgulloso de su marca y de su viñedo, el resto es marketing»

■ OJO DE PEZ / Copas vacías, retrato lleno

Por TATO GONÇALVES

Entre vinos y proyectos de ilusión (también de vinos), realizamos la sesión de fotos. Nos desplazamos a la Enoteca El Zarcillo, para fotografiar a Mario Reyes entre una colección de copas, como corresponde a un espacio donde los amantes de este producto pueden disfrutarlo como lo hicimos nosotros. Copas vacías y un retrato lleno ●

Mario Reyes es propietario de la tasca enoteca El Zarcillo, en Tafira Alta (Gran Canaria).
Mario Reyes es propietario de la tasca enoteca El Zarcillo, en Tafira Alta (Gran Canaria).
–¿Qué tiene que envidiar el vino canario al de Rioja, al de Somontano o al de Priorato, por citar tres denominaciones de origen de España?

–Llevamos años de retraso en la comercialización y en la definición del producto “Canarias”. ¿Envidiar? Quizás un clima más benévolo para la viña y una viticultura más arraigada. Por lo demás, creo que ellos también deben envidiar nuestras variedades y diferentes terruños.

–Muchos isleños siguen pensando que el vino canario no es bueno o es caro. ¿Son leyendas urbanas o es que no se han puesto al día?

–[Risas] Bueno eso ha cambiado bastante en los últimos cinco años, ahora son menos los que piensan así. Creo que cada vez son mejores, con más personalidad y mejor presentados. Aquello de caro, como en cualquier producto, queda para los pocos que no lo hacen del todo bien: si el producto es bueno, el precio siempre es relativo.

«Lo bonito de este mundo es su amplia diversidad y el consumidor debe probar de todo, para aprender, comparar y luego elegir el vino adecuado para cada ocasión»

–También hay quien dice que Canarias es tierra sólo para vinos blancos.

–Climatológicamente, no cabe duda que es una tierra más propicia para vinos blancos. Aunque para tintos también es buena y sería mejor si no siguiéramos modas y nos centráramos en un modelo de tintos ligeros y fáciles de beber, vinos de “trago largo” pero con la personalidad de nuestra variedades tintas. No cabe duda que cada zona tiene sus referentes en estilo de vino, pero esto ha ido cambiando a lo largo del tiempo. Y seguirá cambiando, si no que se lo digan a los tintos gallegos o a los blancos riojanos.

–De todas maneras, hay una gran diferencia entre los consumidores: en islas como Tenerife o Lanzarote, por ejemplo, sí beben vino canario (sobre todo, cada cual de su isla), pero el de Gran Canaria tira para La Rioja, ¿por qué?

–La viticultura en Gran Canaria perdió su importancia en pos de otros cultivos. Y claro, cuando tú no ves hacer vino en tu zona y no se ve viña ni personas viviendo de esto, pues no te vinculas tanto al sector. En otras islas esto se ha hecho, y además las instituciones lo han potenciado más: son ejemplos a seguir. De todas maneras no debes ser chovinista del vino, creo que lo bonito de este mundo es su amplia diversidad y el consumidor debe probar de todo, para aprender, comparar y luego elegir el vino adecuado para cada ocasión.

–Muchos restaurantes de Gran Canaria no ofrecen vino canario; pero el cliente de esta isla tampoco lo pide. ¿Por dónde hay que empezar a cambiar los hábitos?

«El futuro del sector del vino en Canarias está en la cercanía: si no vendes al lado de tu bodega o en el hotel de tu isla, ¿cómo vas a salir fuera?»

–¡Uf! El huevo o la gallina. Resumiendo, hay que empezar por sentirse canario (estar orgulloso de lo que tenemos en esta isla), luego por dar la cara por lo que se hace aquí y, al final, por saber que hay un producto para cada consumidor y debemos ponerlo a su disposición. El restaurante ha mejorado mucho en esto, ¡y creo que entre todos estamos haciendo un gran trabajo para que vaya a más!

–También nos visitan cada año millones de turistas, muchos de los cuales quieren conocer la gastronomía y los vinos isleños. ¿Lo tienen fácil o es una asignatura pendiente?

–En comparación con hace diez años lo tienen fácil. Nos queda el siguiente paso, que es mejorar la comercialización desde el productor al consumidor y desligarlo del “folclore”. Es decir, venderlo como un producto moderno y actualizado, y no ligado a la trapera y al cachorro (dicho con todo el respeto).

–¿Hay que tirarle de las orejas a alguien?

–¡A nosotros! Todo el poder está en nuestras manos. La iniciativa privada es la que tiene que ir delante.

–¿El futuro del sector está en la exportación?

–Nooooo, el futuro del sector del vino está en la cercanía: si no vendes al lado de tu bodega o en el hotel de tu isla, ¿cómo vas a salir fuera? Yo no lo veo, creo que la competencia fuera es feroz. Primero tenemos que conseguir cimentar bien el vino canario en el archipiélago y venderlo al turismo, mostrarlo como nuestro gran valor añadido.

«En la tasca, si eres de fuera tomas vino canario; si eres de aquí, me cuesta más venderlo»

–Tiene una tasca y una empresa de distribución de vinos. ¿Cómo le vende un vino canario a un cliente, en cada caso?

–En la tasca, si eres de fuera tomas vino canario; si eres de aquí, me cuesta más venderlo. En la distribución, haciéndole entender al comprador que uno de tus compromisos como isleño es apoyar a la gente de aquí y representar a Canarias en tu oferta.

–Como buen sumiller también conoce los vinos de otras regiones de España y del mundo. ¿Hay algún otro caso que conozca de “vinos volcánicos”, o tenemos la exclusiva?

–Hay muchas zonas por supuesto, pero el caso de Sicilia es uno de los más conocidos.

“Me gustan todos aquellos vinos que son capaces de expresar su región y en el que el valor humano está por encima del valor comercial”, opina Mario Reyes.
“Me gustan todos aquellos vinos que son capaces de expresar su región y en el que el valor humano está por encima del valor comercial”, opina Mario Reyes.

–Por cierto, de esos vinos de España y del mundo, ¿cuál le llama más la atención o le gusta especialmente?

–¡No me caben en la entrevista! Muchos, Yuri. El mundo entero es muy atractivo, y más si sumamos lo que cada persona influye en la viña y en la elaboración. ¡Inabarcable!

–No sé si atreverme a preguntarle por sus vinos favoritos de Canarias, o le pongo en un compromiso.

–No es compromiso. La lista es muy larga, pero me gustan todos aquellos vinos que son capaces de expresar su región y en el que el valor humano está por encima del valor comercial.

–Se lo voy a poner más fácil: ¿con qué platos o productos de la gastronomía canaria se tomaría qué vinos canarios?

–Unas lapas las comería con vino blanco seco. Para los guisos de pescado prefiero los rosados. Los quesos van muy bien con vinos blancos semisecos. Para un guiso de cabra, tintos ligeros. Y para postres de almendras, los malvasías dulces.

«En todas las islas Canarias hay cosas bonitas, pero en Lanzarote es más fácil hacer una ruta enológica»

–¿Qué es lo más difícil para un sumiller cuando cata un vino?

–Tener tu propia opinión y que no te influya la etiqueta, la zona o la variedad: ¡ser libre!

–Bueno, estamos hablando de vinos y no puedo dejar de preguntar por las bodegas. En España y en el mundo cada vez hay más bodegas que son auténticos monumentos arquitectónicos, o que combinan su labor como productores con la de receptores de un turismo enológico. ¿Cuénteme dónde se quedó con la boca más abierta del asombro?

–Sin duda fuera de España. El valle de Napa [en California] es el modelo mundial de este turismo, es como una gran fiesta del vino cada día. En España, quizás Rioja es la más desarrollada en este sentido, pero bodegas bonitas y con mucha alma, sin duda, las del Marco de Jerez.

–¿Funciona en Canarias el turismo enológico? ¿Hay bodegas que no debemos dejar de visitar?

Entre la barra y las mesas de la tasca El Zarcillo.
Entre la barra y las mesas de la tasca El Zarcillo.

–Cada vez más, pero creo que es un sector que todavía debe crecer mucho: porque es un gran reclamo turístico y porque da dinero directo a la bodega y buena imagen de marca. Lanzarote se lleva la palma en enoturismo, aunque en el norte de Tenerife también hay cosas bonitas… bueno, en todas las islas hay cosas bonitas, pero en Lanzarote es más fácil hacer una ruta.

–En Canarias tenemos unas 10 denominaciones de origen de vinos, incluyendo la más reciente y amplia “DOP Islas Canarias”. ¿Un reflejo de la variedad geográfica y cultural que disfrutamos; son demasiadas; falta aún alguna?

–Muchas DO no es una mala fórmula, el problema es la comunicación de este concepto. Creo que nos falta definición de productos, para que la gente sepa por qué existe tal o cual zona diferenciada. Si al final hay muchas zonas, pero pocos estilos, entonces estamos confundiendo al consumidor. La nueva “DOP Islas Canarias” creo que abre opciones, sobre todo en la isla de Tenerife, como una opción más. Lo importante es que quien haga el vino se sienta orgulloso de su marca, de su viñedo, de su municipio, y quiera meter en cada botella lo mejor de sí, el resto es marketing.

–Terminamos, un recuerdo dulce.

–El nacimiento de mis hijos es nuestro mejor momento –concluye en plural, incluyendo a su compañera Rosy.

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