Iballa y Daida Ruano, windsurfistas campeonas del mundo

«Somos buenas niñas», aseguran estas deportistas de élite durante su “Cita con el chef”, que las reunió bajo el auspicio de PELLAGOFIO con el cocinero Jesús Pelegrín (restaurante Mamma Tina) en el estudio de la fotógrafa Teresa Correa. El chef les dedicó su receta de fettuccini con kombu . [Versión íntegra de la entrevista publicada en la edición impresa de PELLAGOFIO nº 35 (1ª época, noviembre 2007)].
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Por YURI MILLARES y BERNARDO ASCANIO
Fotografías de TERESA CORREA
Como deportistas de élite, suponemos a las hermanas Daida e Iballa Ruano disciplinadas y constantes. Lo han demostrado varios años como campeonas del mundo en diversas modalidades de windsurf, el deporte que las ha llevado de su playa de Pozo Izquierdo a todo el mundo. Y el primer ejercicio de disciplina que comprobamos en PELLAGOFIO fue su llegada a la cita en el estudio de la fotógrafa Teresa Correa con rigurosa puntualidad. Allí se encontraron con Jesús Pelegrín, cocinero que regenta el restaurante Mamma Tina y, esta mañana, modelo de fotografía sin complejos bajo los focos y los flashes, compartiendo con ellas las atenciones e instrucciones de la fotógrafa. Al finalizar la sesión, durante la que intercambiaron sonrisas y palabras, las gemelas salieron al encuentro de su siguiente cita de trabajo y el chef mascullaba, rumbo al restaurante, que ya sabía el plato que les iba a dedicar.
«Las dos somos bastante atrevidas, sueltitas; aunque somos tímidas con gente que no conocemos»
–¿Quién es la mayor de las dos?
–Daida, por 10 minutos –comienza Iballa.
–¿Y ejerce?
–Pues sí –asiente rápida Iballa.
–¿Quién es la más atrevida?
–Depende para qué, las dos somos bastante atrevidas, sueltitas, aunque somos tímidas con gente que no conocemos –completan la frase entre las dos.
–¿Quién fue la que pidió a los Reyes la primera tabla?
–Las dos siempre coincidimos y tenemos los mismos gustos desde pequeñas. Desde pequeñitas hacíamos atletismo, jugábamos al baloncesto en un equipo, cogíamos olas con el boggie, siempre haciendo deporte juntas. Así que nos quedamos muy privadas cuando nos dieron nuestra primera tabla.
–¿Motiva más competir con la hermana?
–Nos solemos expresar mejor en el agua compitiendo la una contra la otra: es más excitante.
–Hermanas gemelas, deportistas de élite, ahora de nuevo campeonas de diferentes modalidades mundiales de windsurf, ¿se ponen de acuerdo para repartirse los premios?
–No –ríen–. Depende de la temporada y de la disciplina, pero intentamos que quede entre las dos el primero y el segundo puestos.
«La mejor playa del mundo para el windsurf es la de Pozo Izquierdo»
–¿Cuál es la mejor playa del mundo para este deporte?
–Para mí sin duda la de Pozo Izquierdo –dice Daida mientras Iballa asiente–. De 365 días que tenemos al año podemos nadar unos 300 días, o sea que para la práctica de windsurf y
para nosotras, que vivimos ahí desde muy chicas, es la mejor.

–¿Eso es amor al terruño?
–Amor al terruño total.
–¿Es muy dura la vida para ustedes en una playa?
–En todo en la vida si quieres hacerlo bien tienes que poner muchas horas de dedicación y a veces se nos hace duro, porque es un deporte bastante físico, pero la verdad es que no nos podemos quejar. Es el mejor deporte del mundo para nosotras –responde Daida–. Aparte del esfuerzo físico, en competición está el esfuerzo síquico y sobre todo la presión de hacerlo bien, es algo que cansa y se te hace duro, cuesta arriba –añade Iballa.
«Hay que abrirse mucho de mente para el desayuno en Japón. No es la típica leche con Cola-Cao»
–¿Qué se echa de menos estando fuera?
–La familia y los amigos. La vida que tenemos aquí es maravillosa.
–¿Tienen un novio en cada playa?
–No –dice Daida mientras ríen las dos–. Somos buenas niñas –asegura Iballa.
–Algún plato favorito, de aquí o por esos mundos.
–Nosotras solemos cocinar mucho en casa y nos gusta de todo. Es difícil decir algo, pero: habichuelas en salsa –confiesa Daida–. Tanto viajar a sitios como Japón, Hawai o a Europa te abre la mente a los gustos y hemos cambiado un poquito en ese aspecto. Cada vez que vamos a un país probamos cosas diferentes y nos gusta todo, en realidad –dice Iballa.
–¿Qué país les ha sorprendido más por su cocina?
–La más radical, en Japón –destaca Daida–. El desayuno en Japón –coincide Iballa.
–¿En qué consiste?
–Hay una mezcla de olores muy extraña y hay que abrirse mucho de mente. No es la típica leche con Cola-Cao.
–Han dicho que cocinan en casa, ¿con qué nos sorprenderían?
–Pues mira, yo anoche hice un cuscús marroquí muy bueno tipo Iballa, pero le di el toque mío especial. Me gusta cocinar cosas nuevas.

–¿Qué tenía ese cuscús?
–Pollo y mucha verdura, cebolla, berenjena y el toquito de salsa de soja, claro.
–Parece que están de moda los calendarios de bomberos o de policías. ¿Para cuándo un calendario de las hermanas Ruano?
–Hemos hecho en 2005 y 2006 –dice Iballa–. Para el 2008 tal vez haremos uno –añade Daida–. Pero no el típico de los bomberos –se ríen.
–¿Se atreven a recomendar algún restaurante en las islas?
–Hay muchísimos; en Pozo [Izquierdo] hay uno que da a la playa y es bastante bueno. Pero al de Jesús Pelegrín no hemos ido y habrá que ir.
–Terminamos. Un recuerdo dulce.
–Crepes de Nutelle… –dice rápidamente Daida–. Y un brownie con helado de vainilla –añade Iballa–. Un soufflé de chocolate… o algo de chocolate –cierra Daida.
■ FUERA DEL PLATO «A Hawai nos llevamos el gofio» Sus cuerpos lucen un modelado de deportistas y eso es lo que son: todas unas campeonas del mundo de windsurf que tienen como referencia la playa de Pozo Izquierdo, en Gran Canaria. Ellas protagonizan en este número la “Cita con el ‘chef”. Sus declaraciones, en páginas 18 y 19. –Tanto entrenar y competir lejos y en sitios exóticos, ¿qué llevan en la maleta de viaje? –¿Se llevan el gofio? –¿Tienen una dieta especial como deportistas? –¿Cuál es el olor que echan de menos cuando están fuera? |