Bodegas, uvas y vinos

El Lomo y las bondades de la materia prima

Bodegas El Lomo, en Tegueste (Tenerife), ha dado un salto de gigante en su proyecto vinícola tras años de trabajo serio y constante en la elaboración de vinos tintos de calidad. La cosecha recién vendimiada ha estrenado unas nuevas instalaciones subterráneas de 700 metros cuadrados de planta. [En RUTA ARCHIPIÉLAGO (revista antecesora de PELLAGOFIO) Nº 16 (octubre 2005)].

Por YURI MILLARES

Depósitos de acero inoxidable de las nuevas instalaciones, antes del inicio de la vendimia (En cabecera de página: Uvas en la viña que rodea la bodega).
El empresario tinefeño Félix Rodríguez creó, casi por hobby, una pequeña bodega que en 1990 decidió formalizar como un proyecto de más envergadura registrándola bajo el nombre de Afecan S.A., mejorando sus instalaciones. A partir de entonces, sus vinos se han dado a conocer ampliamente en la isla por su marca (El Lomo) y la labor de un gran profesional: el enólogo Arsenio Gómez. Desde 1998, sin embargo, empresario y enólogo se vienen planteando la necesidad de ampliar espacio y mejorar la uva, para avanzar en la calidad de unos vinos que aún no habían llegado al techo de sus posibilidades, ya con el listón alto por méritos propios en el marco de la DO Tacoronte-Acentejo.

Definido el proyecto a partir de 2000, la obra de la nueva bodega comenzó en 2001 y se ha prolongado hasta el verano de 2005, justo a tiempo para la vendimia (la de 2004 ya usó parte de las nuevas instalaciones). Un proyecto que más que una gran bodega por su tamaño (y lo tiene: podría albergar un millón de litros), busca trabajar con comodidad mimando la materia prima (se la ha dotado de 200 mil litros de capacidad).

Así, la uva vendimiada ha sido recibida por primera vez por gravedad desde la cubierta exterior de la bodega, a donde han llegado los vehículos con su carga en cajas normalizadas, bajando el fruto al interior de las instalaciones para iniciar el proceso de despalillado y prensado al pie de cada boca de recepción, donde la esperaba una cinta transportadora que ha permitido una cuidada selección.

La nueva bodega (por su tamaño podría albergar un millón de litros), busca trabajar con comodidad mimando la materia prima: se la ha dotado de 200 mil litros de capacidad.
Obra prefabricada
La obra de construcción de la nueva bodega se realizó toda con piezas prefabricadas para que no afectara al trabajo cotidiano de elaboración de los vinos, que no se ha visto interrumpida en ningún momento. “Así no se levantó polvo y todo se montó como un mecano”, explica de modo gráfico Gómez, que recorre las nuevas instalaciones señalando sus depósitos de acero inoxidable con una relación diámetro-altura de 1-1 “para permitir en la extracción de los componentes de los hollejos de la uva mejor aroma y color, al tener una mayor superficie de sombrero en contacto con el mosto”. Además, las bocas de dichos depósitos son anchas “para un trabajo más fácil con la uva”. A donde quiera que mire, el enólogo muestra la satisfacción de contar con una inversión adecuada a los objetivos de mejora de la producción, que el empresario Rodríguez ha hecho posible.

«La calidad de la uva la da el campo, pero en la bodega hay que respetar las bondades e idiosincrasia de la uva»ARSENIO GÓMEZ

Centrados en los tintos
En Bodegas El Lomo siempre ha primado la producción de vinos tintos, elaborando tras cada cosecha un tinto joven y un tinto barrica (un semicrianza que está entre dos y tres meses en envases de roble). Algunos años, si hay muy buena calidad de la uva, se destina una partida a la elaboración de un tinto crianza (entre seis meses y un año en barrica con la misma uva listán negro –que aquí denominan forastera de Tegueste– y negramoll, más un poco de blanca listán y tinta castellana), escogiéndola de cepas viejas y con grano pequeño, con un buen índice de maduración. No falta, sin embargo, una pequeña producción de blanco y de malvasía dulce.

Panorama “rico y divertido”
Arsenio Gómez destaca que la variedad de vinos en Canarias “permite un panorama más rico y divertido”. En las 13 hectáreas de viñedos propios han querido una escogida selección de varietales con unos objetivos claros para sus vinos: “Que predomine la personalidad de la tierra y no de la variedad, por eso decimos no a la cabernet, pero sí a pequeñas aportaciones correctoras de tempranillo o merlot (está en estudio y sólo con un 2% para estructura y aroma), sin renunciar a nuestras variedades locales”.

“La calidad de la uva la da el campo”, insiste Arsenio Gómez (y también en las fincas se han mejorado los cultivos), “pero en la bodega hay que respectar las bondades e idiosincrasia de la uva”.

■ EL LOMO TINTO BARRICA
Fino y delicado aromáticamente

Por OCTAVIO BATISTA
Presidente de la Asociación Oficial de Sumilleres de Canarias

Vistoso rojo granate, abriéndose ligeramente en el ribete, sin evolución y limpio. Aromáticamente se muestra con un estilo fino y delicado, ecos especiados y tostados dosificados (barrica) que permiten asomar notas varietales; placentero.

Seco, su recorrido en boca es ágil por una acidez apreciada pero equilibrada, en un conjunto de cuerpo medio; tanino final seco pero grato, sencillo, de persistencia moderada. Este es el camino de mejorar un panorama anodino que, sin dejar de tener su encanto pide otras vías de elaboración, otras combinaciones para aportar más sensaciones y, en definitiva, más emociones. La añada (2004) no acompaña esta vez, pero las inquietudes y las ganas de mejorar (enhorabuena, Arsenio) pueden dar éxitos a seguir.

Bodegas El Lomo S.L.
Marca: El Lomo.
Tipo: Tinto barrica (semicrianza).
Uvas: Listán negro, negramoll y un poco de listán blanco y tinta castellana.
Cosecha: 2004.
Graduación: 13,5º.
D.O.: Tacoronte-Acentejo ●

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