Llanos Negros, los vinos palmeros como se hacían antes

Carlos Lozano, enólogo de Bodegas Teneguía, aprovecha el tirón que están teniendo los vinos de parcela para rescatar el estilo de los vinos canarios de hace medio siglo. Una sorprendente propuesta que él y su equipo han sabido convertir en una colección de lujo de seis botellas, repletas de complejidad para consumidores que, en palabras del sumiller Mario Reyes, “buscan salirse de la norma”. [En PELLAGOFIO nº 45 (2ª época, septiembre 2016)].
Por YURI MILLARES
“Llanos Negros empezó a gestarse hace ocho años, pensando más en vinos de guarda y, hablando claro, en los vinos que se hacían antes”, explica Carlos Lozano. El veterano enólogo de Bodegas Teneguía lleva muchos años observando cómo evolucionan los vinos que elabora en el sur de La Palma, y se le metió en la cabeza recuperar “los vinos que siempre se hacían y las modas nos han hecho cambiar”. Y lo ha hecho convirtiendo defectos en virtudes, con unas elaboraciones cuyo resultado es unos vinos muy complejos que a sus paisanos ya no les gusta beber, pero sí a un nicho de consumidores especializados que quieren disfrutar de algo diferente entre tanta homogeneidad.

Para conseguir una botella de alguno de estos vinos en La Palma –y son seis diferentes: un tinto, cuatro blancos y un malvasía naturalmente dulce– no queda otra que acercarse hasta la propia bodega a comprarlo (es lo que hacen muchos alemanes residentes aquí), porque la producción se exporta con destino a algunos de los mejores restaurantes de Tenerife; también a clientes en Península y Alemania; y, en fechas recientes, hacia las islas de la mitad oriental del archipiélago canario.
“Con mis compañeros de bodega, tanto Camacho como Rodrigo [capataz bodeguero y responsable del viñedo, respectivamente] hemos sacado esta marca que creemos que tiene su mercado –dice Lozano–. En Tenerife va muy bien y en la provincia de Las Palmas estamos empezando. Es un vino para el que hay que seleccionar primero al cliente y después venderlo. No puedes llegar y dejar botellas, hay que explicarlo”. Vamos allá.
«Es un vino para el que hay que seleccionar primero al cliente y después venderlo. No puedes llegar y dejar botellas, hay que explicarlo»CARLOS LOZANO, enólogo de Bodegas Teneguía

‘Terroir’
La uva procede de 11 hectáreas de viñedos antiguos, cultivados por el sistema tradicional en rastra en una ladera de ceniza volcánica –Llanos Negros– con una inclinación del 10% y orientados al suroeste. “Hemos cogido unas parcelas de 54 viticultores que son constantes a través de los años, y hemos sacado diferentes tipos de vinos a los que les hemos dado los nombres de las parcelas”, continúa.
Se trata de Los Grillos, un tinto de uva negramoll (“la solariega reina de La Palma”) que ha estado seis meses sobre sus lías en barricas de roble; La Tablada, blanco de uvas gual y sabro (“dos vidueños arraigados al terreno de Llanos Negros”), también fermentado en barricas de roble, donde ha estado nueve meses; La Batista, un malvasía seco (“un gran vino blanco palmero, resultado de la elegante y armoniosa malvasía aromática”), fermentado en depósitos de roble de 500 litros; La Time, que es un listán blanco (“uva predominante y singular de La Palma”) del año 2000, fermentado y criado en depósitos de cemento del año 1947, año en que se construyó la bodega; Los Tabaqueros, una mezcla de las variedades de listán blanco, vijariego, sabro y malvasía que fermentó en depósito de acero, se trasegó y ahí sigue con sus lías desde el año 2006 (“es curioso, porque antes yo separaba lo que era mosto yema del mosto prensa y del mosto prensa íbamos uniendo todas las variedades: era el mosto de segunda y lo que ha salido al cabo de los años es un mosto súper de primera, maravilloso”); y, por último, no podía faltar la Malvasía Aromática naturalmente dulce (“un vino que expresa la cultura, la historia y el presente de los vinos de la isla de La Palma y, concretamente, del pueblo de Fuencaliente”).

Vinos de “locos”
Elaborados con variedades antiguas, “incluso hay algunas plantas con 200 vendimias, en la parte de abajo de la ladera de Llanos Negros, con un clima benévolo en el que apenas hay viento, con más de tres mil horas de sol a lo largo del año y poquísima agua (de hecho ya llevamos tres años que no ha caído gota, lo tampoco es bueno…), en suelo de picón que guarda la humedad de la noche y de los alisios”, describe Lozano.
Son unos vinos, insiste, muy difíciles, pero lo que se ha hecho con la uva de estas parcelas “es lo que se ha hacía antes en la bodega, ni más ni menos”. Y añade: “De hecho muchos catadores nos dicen que son vinos de locos porque son complicadísimos y muchos clientes los prefieren de otro tipo: más frescos, más sutiles, más fáciles de beber. Son vinos a los que hay que darles su tiempo y, muchas veces, escanciarlos, tal vez incomodidades para el consumidor normal, que los ven y dicen que están oxidados, que están amarillos, ¡cuando tienen unos colores preciosos!”
«Son vinos a los que hay que darles su tiempo y, muchas veces, escanciarlos, tal vez incomodidades para el consumidor normal, que los ven y dicen que están oxidados, ¡cuando tienen unos colores preciosos!»CARLOS LOZANO
Pero hay un “consumidor experimentado –añade–, que sabe lo que es la reducción, lo que es una buena oxidación y con ellos funciona bastante bien. Incluso tiene algunos toques de azufrado que alguna gente lo interpreta como algo negativo, pero es lo que se busca en cuanto a autenticidad”.

Para los lectores de PELLAGOFIO hemos querido ofrecer la cata del que lleva el nombre de la parcela El Time [ver columna de Mario Reyes bajo estas líneas], toda una singularidad entre estos singulares vinos por su añada (2000) y su uva (listán blanco), de la que tantas veces se ha dicho que no sirve para vinos de guarda. “Se pensaba que era para vinos jóvenes, pero es una maravilla para envejecer. Nosotros tenemos listán en depósitos de cemento y listán en depósitos de acero. El que está en cemento ha evolucionado de maravilla, mucho más lento y más complejo. El que está en acero se ve más alterado, más enérgico en cuanto a su evolución, más subido de color, con los aromas más reducidos”.
Llanovid SCP
(Bodegas Teneguía).
Marca: Llanos Negros (La Time).
Tipo: blanco seco.
Uvas: listán blanco (100%).
Añada: 2000.
DO: La Palma.
Por MARIO REYES
Sumiller, propietario de la tasca enoteca El Zarcillo
Un vino para aquellos que buscan salirse de la norma, ya su añada nos dice que en absoluto es un blanco al uso. Nos llama la atención su color que se acerca al ambarino; muy brillante, eso sí. En nariz es de una complejidad obsesiva, hace que no puedas parar de olfatearlo: flores blancas, frutos secos, hidrocarburos, especias, ligeros tostados… En fin, ¡muy divertido! Y en boca es pura viveza y electricidad teniendo todo, frescor, volumen, untuosidad ¡y hasta tanino! Sin duda un vino sorprendente que otra vez nos muestra el lado más cualitativo del listán blanco y al que le pondría una buena garbanzada.