Bodegas, uvas y vinos

Los Lirios, en un ‘anfiteatro’ de picón bajo el alisio

La bodega Los Lirios aúna la arquitectura tradicional de una construcción histórica, con el equipamiento y las elaboraciones de una moderna vinicultura. De aquí salen unos tintos con la identidad del Monte Lentiscal, pero también nuevas propuestas con el sello que imprimen las cenizas volcánicas de las faldas del pico Bandama. [En PELLAGOFIO nº 19 (2ª época, abril 2014).]

Por YURI MILLARES

Entre las diversas bodegas históricas que aún quedan en la comarca del Monte Lentiscal y en las faldas del pico Bandama, destaca una que está rodeada de laderas de ceniza volcánica con viña, pegadas como un anfiteatro a un pequeño risco rocoso por el que se puede ver correr el agua en inviernos lluviosos. Se trata de la bodega Los Lirios, que antiguamente era conocida como la bodega de los Naranjo, por el nombre de su propietario a mediados del siglo XX, Juan Naranjo. La historia de esta bodega de ahí para atrás se pierde un poco en el tiempo, aunque la prensa de su viejo lagar –que no es de husillo– data de principios de dicha centuria.

La bodega de los Naranjo y la finca Los Lirios de la que forma parte la adquirió en 1984 Antonio Saavedra, quien de nuevo se puso a elaborar el tradicional vino del Monte. La renovación y modernización de cultivos y elaboraciones llegó de forma más decidida cuando, a partir de 2003 Carlos Díaz-Reixa se implica de lleno en la vitivinicultura y se pone al frente de la finca de su suegro a tiempo completo. Compró algunos libros, realizó algún que otro curso entre Tenerife y Gran Canaria y con su entusiasmo e interés se encargó de elaborar unos vinos que tienen mucho de implicación personal y autodidacta.

Compró algunos libros y con su entusiasmo e interés se encargó de elaborar unos vinos que tienen mucho de implicación personal y autodidacta

Y no le ha ido mal. Al contrario, ha conseguido importantes éxitos con premios en diversas catas insulares e, incluso, una medalla de plata en el concurso regional de La Alhóndiga (Tenerife) con su tinto 2010. De la calidad e identidad de sus vinos como producto de la comarca también podemos dar fe en PELLAGOFIO, tras una reciente visita a la bodega que nos ha permitido dar a catar algunos de sus vinos a nuestro colaborador el sumiller Mario Reyes (ver catas y fichas en la columna izquierda de esta misma página).

Carlos Díaz-Reixa junto a las barricas donde los tintos pasan dos meses.| FOTO Y. MILLARES
La virtud de su tipicidad
Para este reconocido profesional al que hemos pedido su opinión se trata, en el caso del tinto Los Lirios de uvas listán negro y castellana de cepas viejas, de un vino en el que la “tipicidad es su mayor virtud; fiel reflejo del estilo de vinos que se han elaborado en esta zona durante años. Por supuesto con matices de una mejor elaboración, como corresponde al momento actual”. Además, la novedad este año en la bodega es la presentación del tinto Tocón de variedades foráneas adaptadas al suelo volcánico y la influencia de los alisios, de uvas syrah, merlot y tempranillo, además de castellana negra: “una apuesta que siempre es arriesgada, pero en este caso con el resultado de un vino bien logrado”, opina Mario Reyes.

Ambos vinos, que Carlos Díaz-Reixa elabora pasándolos además por barricas de madera durante un mínimo de dos meses, tienen la curiosidad de acogerse a dos denominaciones de origen diferentes pese a estar elaborados en la misma bodega y con uvas procedentes de la misma finca. El tinto Los Lirios está certificado por la DO Gran Canaria, mientras que el tinto Tocón lo está por la nueva DOP Islas Canarias. Se trata sin duda de una fórmula que ha dinamizado la labor de las bodegas en el archipiélago de cara a ofrecer vinos de calidad con distintos matices.

Sus vinos tienen la curiosidad de acogerse a dos denominaciones de origen diferentes pese a estar elaborados en la misma bodega y con uvas procedentes de la misma finca

En laderas
En el caso de la finca Los Lirios, llama la atención su paisaje de laderas de picón (como se denomina aquí a la ceniza volcánica que cubre el suelo y ejerce una importante función en los cultivos), que en la bodega tienen identificadas por parcelas, unas más inclinadas (¡y difíciles de trabajar!), otras más llanas. Así, están la que llaman específicamente La Ladera con parral en cultivo tradicional de listán negro; el Morrete, con gual, vijariego también en cultivo tradicional a ras de suelo que está rodeado de castellana y baboso; en La Cañada tenemos un terreno más llano con plantación de vijariego negro; en el Tocón estarían los cultivos en espaldera de syrah, merlot y tempranillo; cerca del risco se sitúan el albillo del Monte y la malvasía; un poco más allá nuevas plantaciones de syrah y petit verdeau…

En total 8 hectáreas de viña en una finca de 12 hectáreas de la que Carlos Díaz-Reixa obtiene la materia prima para los vinos que elabora con la ayuda de unos libros (“Los libros enseñan mucho”, insiste). “Yo utilizo mucho en Tratado de Enología de Luis Hidalgo y el sentido común”, resume con una amplia sonrisa. Las vendimias suelen empezar aquí, como manda la tradición, “para el día del Pino” [8 de septiembre], aunque puede >adelantarse o retrasarse según el calor que haga (hasta hacer siete vendimias, para que las distintas variedades de uva estén, en cada caso, con el grado de maduración adecuado). Y después, dice, “mucha limpieza y no esperar a que el mosto fermente solo, sino añadirle las levaduras secas activas y seguir los protocolos con rigor”.

■ LA CATA / Tintos en Los Lirios
Vinos jóvenes y atractivos

Por MARIO REYES
Sumiller y propietario de la Tasca y Enoteca El Zarcillo, en Tafira Alta.

Los Lirios tienen un bonito color picota de baja intensidad, en nariz aparecen las notas minerales del suelo de picón del que procede, con toques de almendra, fruta roja y algo floral (rosas…), mientras en boca es un vino bastante ligero, de trago largo, donde se marca un poco la aspereza y esa fresca acidez correspondiente a un vino tan nuevo.

En Tocón, su nariz aparece poco expresiva en un principio, con lo que necesita airear media hora antes para que salga su fruta bien madura, sus toques de buena madera y algo de pimenta verde fresca son muy interesante. La boca es ahora mismo lo mejor de este vino, con textura, glicerina y sabor persistente. Creo que tiene más que hablar, pero de momento apunta buenas maneras y da un paso adelante en lo que a vinos de esta isla se refiere.

Bodega Los Lirios (Saramema SL)

Marca: Los Lirios.
Tipo: tinto 2 meses en barricas de roble francés.
Uvas: listán negro (85%) y castellana.
Añada: 2013.
Graduación: 14.
DO: Gran Canaria.
Botellas: 8.000.
Servicio: 16º C ●

Marca: Tocón.
Tipo: tinto 2 meses en barricas de roble francés.
Uvas: syrah, merlot, tempranillo y castellana negra.
Añada: 2013.
Graduación: 13.
DOP: Islas Canarias.
Botellas: 1.300 ●

Publicaciones relacionadas

Botón volver arriba