Bodegas, uvas y vinos

¿Recuerdan la leyenda del Tanajara?, tirando del hilo llegamos hasta Alentejo

“Conozcamos nuestras uvas para entender nuestros vinos”, propone el enólogo Juan Jesús Méndez. A partir de esta propuesta el periodista Fran Belín se sumerge en un “máster in situ” en el Jardín de las Variedades de Bodegas Viñátigo, para saber más de una de las uvas más singulares de Canarias que, estudios de ADN por medio, se ha revelado como la versión isleña de la portuguesa alfroncheiro preto. [En PELLAGOFIO nº 46 (2ª época, octubre 2016)].

Por FRANCISCO BELÍN

Imagínese el lector una reunión en el Jardín de las Variedades de Bodegas Viñátigo de personas que son verdaderos apasionados del mundo del vino. Se despliega como Máster de Cata de Uvas y Vinos: masticar, detectar la explosión del jugo de cada variedad y tocar los racimos in situ transporta a lo que es la expresión de la fruta en la correspondiente elaboración vitícola. ¿Recuerdan la leyenda del Tanajara? Pues vuelvan a imaginar la uva baboso negro.

Jardín de las Variedades de Bodegas Viñátigo, en La Guancha (Tenerife). | FOTO FRAN BELÍN
Jardín de las Variedades de Bodegas Viñátigo, en La Guancha (Tenerife). | FOTO FRAN BELÍN

Prosigue la vendimia y en esta fase tan relevante en el futuro vino llegan aires de El Hierro con esta fruta potente, personalista, tan concreta en sus manifestaciones organolépticas. “Conozcamos nuestras uvas para entender nuestros vinos; la variedad, junto con la influencia que sobre la misma ejercen el suelo, el clima y la mano del hombre, conforma un elevado porcentaje del néctar que obtengamos”, aclara el alma máter de Bodegas Viñátigo, Juan Jesús Méndez.

«Se cultiva aún hoy de forma minoritaria en Alentejo. Seguramente fue un colono portugués el que la trajo a las islas Canarias»JUAN JESÚS MÉNDEZ (Bodegas Viñátigo)

Con esta aseveración tira del ovillo acerca de una tipología difícil de cultivar, de nombre peculiar otorgado por viticultores de antaño, porque cuando se aproxima a la cosecha tiene gran tendencia a podrirse por la delicadeza de su piel. “Es curioso que finalmente sólo se conservase en El Hierro –detalla Méndez–, como otras variedades, debido al aislamiento al que estuvo sometida la isla durante siglos. De los estudios de identificación que realizamos con la Universidad Rovira y Virgili se demostró que coincide genéticamente con la alfroncheiro preto, de la zona del Alentejo en Portugal, donde se cultiva aún hoy de forma minoritaria. Seguramente fue un colono portugués el que la trajo a las islas Canarias”.

Historia de una casualidad
Pero si de la baboso negro se saben datos específicos realmente sorprendentes, este conocimiento procede en buena parte de esas casualidades que tantas veces dan una cabriola en los mundos de la bodega y la cocina. “En el año 97 conocí a Gonzalo Padrón, herreño de pro y alumno del Ciclo de Elaboración de Vinos en la Escuela de Capacitación Agraria de Tacoronte; me invitó a visitar la finca de su familia en la Isla del Meridiano”.

Relata Méndez la anécdota de que en principio fue reacio ante lo que después sería una “bomba”. “Por su insistencia terminé aceptando la invitación y visité la finca en El Pinar”. Allí el enólogo tomó contacto con una fuerza de la naturaleza que lleva tal denominación porque puede empezar a chorrear, literalmente, como un baboso.

En las montañas de laurisilva que rodean el valle del Golfo (El Hierro) crecen hace siglos variedades como la baboso y la vijariego. | TATO GONÇALVES
En las montañas de laurisilva que rodean el valle del Golfo (El Hierro) crecen hace siglos variedades como la baboso y la vijariego. | FOTO TATO GONÇALVES

Es por eso que esta variedad precisa de ubicaciones donde no impacten directamente los vientos alisios y, por otra parte, los terrenos no sean muy fértiles para impedir la compactación extrema del racimo. Cabe en este punto destacar que si los alisios condicionan el clima, la altitud juega también un papel muy importante, permitiendo que en un territorio tan reducido puedan coexistir a poca distancia climas desde subtropicales a continentales. De esta forma se dan las condiciones adecuadas para el cultivo de variedades de vid muy diferentes entre sí como otro de los factores explicativos de la riqueza y diversidad vinícola de Canarias.

«La baboso negro es interesante, sin embargo, es tremenda en su aportación en los ensamblajes»JUAN JESÚS MÉNDEZ

Potente y contundente
Un portento. Internándonos en las características organolépticas de la baboso negro, cabe referir que “estamos ante una uva muy potente y contundente, concentrada como ninguna otra, hasta el punto de dar la sensación de que el trago puede masticarse”. De hecho, la referencia del vino Viñátigo Baboso Negro (DOP Islas Canarias) afina perfectamente con una descripción gustativa de elaboración estructurada y potente con un gran peso de boca, además de muy intensa. De capa alta y rojo granate, en la fase olfativa marca una superioridad de gamas de aromas florales que recuerdan al jazmín frente a los aromas frutales y balsámicos. Juan Jesús Méndez subraya que, como monovarietal, “la baboso negro es interesante, sin embargo, es tremenda en su aportación en los ensamblajes”.[row] [column size=’1/2′]“Retornemos a 1997. En aquella visita a El Hierro halló negramuelle de forma mayoritaria, término que en aquellos lares equivale a la listán negro, “pero lo que realmente me llamó la atención fue la existencia de algunas cepas de dos variedades que me resultaron interesantes: vijariego negro y, claro, baboso negro. De esta última me pareció espectacular su concentración, aunque con el paso de los años y sucesivos ensayos la vijariego ha demostrado también que… ¡vaya si es para tenerla en alta consideración!”

Marca legendaria dentro y fuera de Canarias, Tanajara duró desde 2001 hasta 2011, cuando desapareció el socio herreño por efecto de la crisis económica

El enólogo de La Guancha decidió entonces experimentar con ellas: en cada vendimia durante tres años estuvo transportando en avión a Tenerife seis cajas de uvas para realizar microvinificaciones que validaron las expectativas iniciales. “No sin reticencias por parte de la familia de Padrón, conseguimos prescindir de la negramuelle e implantamos baboso y vijariego”. De esta decisión nació aquel proyecto mítico, Tanajara, lanzando la primera cosecha al mercado en 2001. Marca legendaria dentro y fuera de Canarias que perduró hasta 2011, cuando desapareció el socio herreño por efecto de la crisis económica.

Viñátigo tomó el relevo con plantaciones de esta uva fabulosa con la que hoy la bodega tinerfeña rinde homenaje a esa vinificación de baboso negro con una crianza paciente durante 12 meses en barrica de roble francés, que propicia espléndidos coupages en el Viñátigo Ensamblaje tinto y Viñátigo Elaboraciones Ancestrales tinto.

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■ TANAJARA BABOSO NEGRO
Contundente, maduro, denso

portada-100-vinos-3615-1Por MARIO REYES
Sumiller, así lo describe en ‘100 vinos imprescindibles de Canarias’

¡Qué decir de uno de los vinos canarios tintos más buscados en los últimos años! Irrumpió para posicionar tres cosas muy importantes de la realidad actual de vino canario: la isla del Hierro, la variedad baboso negro y los tintos contundentes, maduros y densos.

De estilo claro y rotundo, con muchas notas de fruta madura donde el roble se ensambla bien con la fruta y no destaca, acompañado siempre de toques de regaliz y balsámicos.

Su boca está llena de golosidad, de tanino dulce y redondo, con un final bastante largo que termina siendo un poco amargo, para equilibrar su frutosidad permanente.

Bodegas Tanajara SL
Marca:
Tanajara.
Tipo: Tinto con un año en barrica.
Uvas: baboso negro (100%).
DO: El Hierro.
Nota. Última añada que se elaboró: 2010 ●

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