Enoteca El Zarcillo, un espacio para compartir sabores

La enoteca El Zarcillo podría definirse como una tasca con detalles y destellos, en la que la cocina es un taller de propuestas gastronómicas mucho más sofisticadas de lo que cabría esperar al pensar en una tasca. [En PELLAGOFIO nº 27 (1ª época, diciembre 2006)].
Por YURI MILLARES
Mario Reyes Rodríguez abrió la enoteca El Zarcillo pensando en un local especializado como tienda de vinos que, a la vez, ofreciera la posibilidad de sentarse a degustar algunos platos mientras se disfrutaba de un vino allí mismo. Pero pocos años después de su apertura, presenta un perfil algo diferente en una evolución lógica, fruto del propio empuje de una clientela fiel y las ganas de trabajar en cocina que ha mostrado la otra pata de este negocio: Rosa Delia Pérez. Para empezar, su ubicación en el casco histórico de Tafira Alta lo sitúa en un entorno acogedor y en unas medianías del centro de Gran Canaria cuyo clima invita a entrar para sentarse dispuesto pasar una velada de vino y comida informal, para la tertulia. Si ese vino y esa comida tienen la calidad adecuada, ya no basta una pequeña carta de tasca, el cuerpo pide más a la parte gastronómica.

Eso es lo que ofrecen Mario y Rosa. Una amplia y cuidada carta de vinos con propuestas de muchas referencias, y, sobre todo, la opción de sentarse a disfrutarlos con una carta propia de un restaurante, sin perder el espíritu de la tasca: sentarse a compartir platos. Y aquí la palabra compartir es la clave: una carne de cordero o conejo, con más razón un pescado, es raro verlos aparecer en la carta de temporada o la pizarra semanal de El Zarcillo, porque su propia concepción y presentación implican un solo cubierto. De esta cocina lo que salen para las mesas son platos que llegan a unas mesas que desean compartirlos y disfrutarlos en el transcurso de una conversación. Y la buena organización del servicio a esas mesas permite que sea así, al llegar lo que se ha pedido en el orden y en el plazo que ello requiere.
▼ Presentación de las brochetitas de morcilla y queso herreño en tempura con dulce de tomate, de la Enoteca El Zarcillo (consulte la receta).
La carta con una docena de platos, postres aparte, muestra bastante rotación y hay continuas propuestas nuevas cada temporada. En ella hay toques étnicos o de cocinas de otros países (árabe, italiano, japonés, filipino), presencia de una cocina de mercado (verduras, setas) y el sabor de lo local en escogidas muestras (quesos, morcillas, carajacas). Además, una pizarra que cada viernes inaugura propuestas (“Hoy comería”), invita a tener muy en cuenta sus cuatro sugerencias. Sea cual sea la elección, las croquetas son una apuesta segura, siempre exquisitas aunque igualmente rotan: espinacas, embutidos ibéricos, queso, boletus o morcilla ●
■ AGENDA En casco histórico Carretera del Centro, 83 |
♦ ENOTECA EL ZARCILLO: En la pizarra ♦ PLATOS DE POSTRES Y SUS COPITAS La información de esta carta (platos y precios) corresponde a la disponible al público por la tasca Enoteca El Zarcillo en el momento de publicarse este artículo (diciembre de 2006) |