Chef Luis León, la cocina cercana y sabrosa

Uno de los “más afamados” profesionales de Lanzarote que “combina productos de primera calidad de la isla, con una ingeniosa creatividad”. Así presentaba el Cabildo en 2011 al chef Luis León Romero, al dar a conocer la creación del colectivo Lanzarote Cocina que este cocinero preside. (En PELLAGOFIO nº 5 (2ª época, noviembre 2012).]

Por YURI MILLARES

“Todos los días hay un plato de cuchara y eso nosotros ni lo cobramos siquiera, es de aperitivo. Es una forma de atender al cliente. Que eso nos da trabajo, porque por la mañana ya tienes que prepararlo, a la hora del servicio aunque el restaurante esté lleno hasta arriba tenemos que servirlo cazuelita por cazuelita. Y ensucias cucharas, ensucias platos. Pero bueno, a mí no me pesa. Lo hacemos porque le gusta a la gente y ya está». Así es Luis León, que desde 2012 brinda su exquisito y esmerado trabajo en su restaurante y asador El Toro.

Especializado en carnes (“trabajamos mucho el cordero, el cochino, el cochinillo, el cebón, el conejo ecológico, que asamos con leña»), en realidad es todo un enamorado de los buenos pescados

Especializado en carnes (“trabajamos mucho el cordero, el cochino, el cochinillo, el cebón, el conejo ecológico, que asamos con leña»), en realidad es todo un enamorado de los buenos pescados, y cuando se refiere a ellos está hablando de producto local: “Si quiero pescado lo quiero de aquí, si no, no quiero. Si no hay, pues hay otras cosas que se pueden comer», insiste, porque “la calidad son los productos de la zona y la cocina de siempre». Por eso explica que ahora se ha volcado más aún en ofrecer una cocina más tradicional, “la gente lo demanda más; la gente ya está cansada de la nueva cocina, la nouvelle cuisine, y como podemos hacer otro tipo de cocina, la hacemos».

El día de la entrevista con PELLAGOFIO que da como resultado esta página explica que el pescado le llega, por ejemplo, de Playa Blanca, “donde me traen cada pieza de romerete [cherne de ley del país] que es fantástica. Un lomo de eso es muy rico. Nosotros lo hacemos braseado en el horno, con un poquito de sabor de tomillo y una salsita muy ligera de limón. Eso es riquísimo. Y eso es lo que vamos gastando. Si no hay pescado ese día, pues no hay pescado”. Pero ese día sus clientes están de suerte, “me han mandado una merluza que pesa diez kilos quinientos, una pieza así [de grande] –hace el gesto con las manos– ¡es un bicho….!”