Producto canario

El tomate canario en la encrucijada

Después de más de 130 años, el tomate es un sector que representa la vanguardia tecnológica de la agricultura en Canarias. En la actualidad, sin embargo, atraviesa por varias situaciones muy difíciles que han ido reduciendo el número de empresas dedicadas a él y, con ello, el volumen y superficie de producción y la mano de obra que empleaba. [En PELLAGOFIO nº 47 (2ª época, noviembre 2016)].

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El tomate canario resiste y persiste porque tiene futuro
“Parece que la sociedad olvida muy rápido. Los años en los que el sector permitió crecer a las islas cuando el resto del Estado estaba sumido en una brutal autarquía, ya no interesan”, escribe Gustavo Rodríguez, portavoz de Fedex-Aceto.

Entrevista a José Juan Bonny, presidente de Fedex
«El tratamiento que recibimos por parte del Gobierno central en la compensación al transporte nos aleja cada vez más de la Península», dice.

Mediano, carnoso, jugoso, dulce y sabroso, ¿qué es?
Los productores canarios han decidido amparar el tomate canario bajo una IGP (Indicación Geográfica Protegida) con el fin de proteger a las producciones de las Islas frente a otras que utilizan el reclamo “tipo canario” para vender lo que no tienen.

El tomate que dio vida a los puertos en Canarias
En los años dorados del tomate canario, tras la Segunda Guerra Mundial, los muelles eran lugares de un movimiento incesante e intenso de mercancías, personas y vehículos… y de un sinfín de problemas ●

Por GUSTAVO RODRÍGUEZ
*Extracto del libro ‘Memoria colectiva del tomate en Canarias’

Todos los investigadores parecen estar de acuerdo en datar en 1885 el inicio de la actividad del cultivo del tomate de exportación de Canarias. En Gran Canaria se debe al inglés Mr. Blisse, que llegó a la isla como encargado de la Swanston & Co y se hizo cargo de cultivar hortalizas en una finca que tenía la compañía en Telde. El gran impulsor de la exportación tomatera en Tenerife fue otro súbdito británico, Henry Wolfson, también destacado consignatario de productos agrícolas que lo introdujo en 1887. A estos pioneros le siguieron Swanston, Miller, Fyffes, Leacock y Alfred Luis Jones.

Una de las imágenes más antiguas del empaquetado en La Aldea: mujeres con los “atados” de tomates a principios del s. XX. | FOTO ARCHIVO PROYECTO COMUNITARIO DE LA ALDEA
Una de las imágenes más antiguas del empaquetado en La Aldea: mujeres con los “atados” de tomates a principios del s. XX. | FOTO ARCHIVO PROYECTO COMUNITARIO DE LA ALDEA

La variedad redondo liso es la que caracteriza e identifica al Canary Tomato ya desde entonces, configurándose como marca propia de prestigio que ha dejado su huella en Reino Unido, por ejemplo dando nombre al célebre barrio de Canary Wharf (el muelle donde se desembarcaban los tomates y la fruta procedente de Canarias), en la actualidad el distrito financiero de Londres.

El ‘Canary Tomato’ ha dejado su huella en Reino Unido, por ejemplo, dando nombre al célebre barrio de Canary Wharf

La Primera Guerra Mundial paraliza temporalmente el comercio y las comunicaciones del archipiélago con el exterior, afectando también al tomate. Tras la contienda la situación vuelve a la normalidad y el sector se recupera, alcanzando las 121.000 toneladas exportadas, pero en otras condiciones: propició que los productores canarios decidiesen independizarse del monopolio inglés, asociándose en sindicatos agrícolas y en asociaciones de exportadores y cosecheros.

El Canary Wharf, el muelle donde se desembarcaban los tomates y la fruta procedente de Canarias, es en la actualidad el distrito financiero de Londres

Recepción de tomate canario en el puerto de Rotterdam. | GUSTAVO RODRÍGUEZ
Recepción de tomate canario en el puerto de Rotterdam. | GUSTAVO RODRÍGUEZ

En la zafra de 1937/38 el tomate canario llegaba a más de 30 puertos, entre ellos: Aarhus, Amberes, Amsterdam, Avonmouth, Bremen, Cádiz, Ceuta, Copenhague, Dakar, Estocolmo, Gdynia, Glasgow, Gotemburgo, Hamburgo, Helsinki, Hull, Málaga, Malta, La Coruña, Liverpool, Londres, Oslo, Palma de Mallorca, Rotterdam, Sevilla, Southampton, Tánger, Tetuán, Túnez, Viena y Vigo.

Competencia peninsular
Poco después, tras otro parón en las comunicaciones y el comercio provocada por la Segunda Guerra Mundial, a finales de los años 40 el negocio del tomate de exportación se convierte en la principal fuente de divisas, lo que le permitió al Estado Español sortear la autarquía y el bloqueo al que había sido sometido, pudiendo así obtener petróleo y bienes de equipo en el mercado internacional.

A mediados del siglo XX la actividad es el elemento principal de la balanza comercial canaria. En 1955, el 44% del valor total de las exportaciones correspondía al tomate, porcentaje que alcanzará el 65,8% en el año 1969.

En los 50 comienzan las primeras plantaciones en el sureste peninsular que se traducen en la obligación para la producción canaria de cumplir un sistema de cupos ya en los 60, manteniendo la producción peninsular ventajas de menor coste de transporte

En esa misma década de los 50 comienzan las primeras plantaciones en el sureste peninsular que se traducen en la obligación para la producción canaria de cumplir un sistema de cupos ya en los 60 (y hasta la entrada en la Unión Europea), manteniendo la producción peninsular ventajas de menor coste de transporte hasta la actualidad. Ante esto, los productores canarios introducen mejoras técnicas de cultivo y comercialización, con el sistema de invernaderos, el riego por goteo y la experimentación con nuevas variedades. Pero pese a las mejoras, los exportadores no pueden hacer frente a los gastos de comercialización que aumentan de manera desorbitada: transporte, estiba, flete, desestiba, aduanas, comisiones y gastos financieros en general.

En la actualidad, el cultivo del tomate para la exportación se realiza, por orden de relevancia, en las islas de Gran Canaria, Tenerife y Fuerteventura. Se envía a los mercados de destino mediante buques frigoríficos contratados conjuntamente por la Federación Provincial de Asociaciones de Exportadores de Productos Hortofrutícolas de Las Palmas (Fedex) y la Asociación Provincial de Cosecheros-Exportadores de Santa Cruz de Tenerife (Aceto). Una actividad que ya ha cumplido 130 años en el archipiélago.

El ‘Nagato Keefer’ cargando tomate en el puerto de La Luz y Las Palmas. | GUSTAVO RODRÍGUEZ
El ‘Nagato Keefer’ cargando tomate en el puerto de La Luz y Las Palmas. | GUSTAVO RODRÍGUEZ

Marca propia en Europa
Y 130 años después es un sector que representa la vanguardia tecnológica de la agricultura en Canarias, ocupando a unas diez mil personas (empleos directos e indirectos) y con una logística comercial propia en Europa. En estos 130 años el tomate canario se ha consolidado como una marca propia en los mercados europeos. Tal es así que muchos productores peninsulares suelen referirse a sus producciones de tomate redondo bajo la etiqueta “tomate tipo canario”.

Los acuerdos comerciales de la UE con terceros países sin haber realizado el preceptivo estudio de impacto económico sobre las producciones de los países miembros, como el establecido de modo preferente con Marruecos, ha afectado de manera directa a Canarias

La coyuntura internacional; los acuerdos comerciales de la UE con terceros países sin haber realizado el preceptivo estudio de impacto económico sobre las producciones de los países miembros, como el establecido de modo preferente con Marruecos, afectando de manera directa a las producciones canarias; la proliferación de virus y plagas a inicios de la década de 2000; y el aumento imparable de costes, fundamentalmente por el incremento de los precios de los transportes, mientras se mantiene el precio de venta en destino del agricultor desde hace una década, por la confluencia en el mercado de otras zonas productoras con menores costes en mano de obra, configuran una situación que no ha permitido lograr el equilibrio que mitigue el descenso en superficie y producción del tomate canario. Y a ello hay que añadir los problemas de financiación provocados por los reiterados incumplimientos de las administraciones públicas.

Unidos en defensa de un futuro
Por todas estas razones, los últimos años han sido especialmente duros y han producido una disminución del 66% de la superficie cultivada. La reducción del volumen de producción, sin embargo, no ha sido tan drástica debido a la introducción de nuevas estructuras y técnicas de cultivo, como la del descuelgue, llegando a rendimientos de 30 kg/m2.

Los drásticos recortes y los incumplimientos con el Plan Estratégico (elaborado por el Gobierno de Canarias junto al sector para evitar la desaparición del tomate canario de exportación) han colocado a este producto en una situación más que complicada. Sin embargo, y pese a ello, sigue aguantado la tempestad con la suma de fuerzas. La unión de sindicatos, de organizaciones agrarias y de patronales, representada en la Plataforma por la Defensa del Tomate, Frutas y Hortalizas de Canarias, ha sido un hito en la historia reciente de Canarias.

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