Vinos y quesos imprescindibles seducen en Saborea Lanzarote

La Isla de los Volcanes cerró otro año de actividades en torno a la marca Saborea Lanzarote con la VI edición de su festival enogastronómico en Teguise. Entre las novedades de esta convocatoria de 2016 destacó la transformación, por unos días, del Palacio Spínola en Casa del Producto Canario con los libros de Pellagofio Ediciones como inspiración. [En PELLAGOFIO nº 48 (2ª época, diciembre 2016)].
Por YURI MILLARES
Unos minutos después de las ocho de la noche del jueves 24 de noviembre, las puertas del Museo del Timple (en el Palacio Spínola, emblemático edificio del centro histórico de Teguise) abrían sus puertas. Afuera, en la plaza de los Leones, aguardaban autoridades y prensa para lo que iba a ser la inauguración de la Casa del Producto Canario, novedad y uno de los eventos estrella del Festival Enogastronómico Saborea Lanzarote.

En uno de los salones de la casona del siglo XVIII, tomaron la palabra Pedro San Ginés (presidente del Cabildo), Luis Puyol (representante de Saborea España), José Díaz-Flores (director del Instituto Canario de Calidad Agroalimentaria), Mariate Lorenzo (consejera de Turismo del Gobierno de Canarias), Oswaldo Betancort (alcalde de Teguise) y Antonio J. Morales (consejero de Promoción Económica y de Agricultura y Ganadería).
La iniciativa, una propuesta del Cabildo de Lanzarote que iba a contar con la colaboración del Gobierno canario, tenía como hilo conductor dos llamativos libros de la “factoría” Pellagofio


Después tocaba guiarles por lo que iba a ser, días después, la Casa del Producto Canario y esa tarea recayó en quien escribe estas líneas. Así que comencé por explicarles cómo se gestó la iniciativa, una propuesta del Cabildo de Lanzarote que iba a contar con la colaboración del Gobierno canario y tenía como hilo conductor dos llamativos libros de la “factoría” Pellagofio: 100 vinos imprescindibles de Canarias (publicado hace dos años) y Quesos imprescindibles de Canarias (que salía de imprenta apenas un par de días después de celebrarse el Festival, pero ya había generado gran expectación, por el seguimiento que se hizo en las redes sociales de los 166 días que duró el viaje en su busca por el archipiélago). “Queremos esos vinos y esos quesos imprescindibles”, me transmitieron desde el Cabildo.
De todos los rincones del archipiélago
Durante varias semanas el teléfono echó humo en la búsqueda de gran parte de esos vinos y esos quesos, para que estuvieran presentes en Saborea Lanzarote. De todos los rincones del archipiélago llegó un amplio surtido y en uno de los salones del Palacio Spínola se organizó una de las propuestas de la Casa del Producto Canario: una exposición, la primera parada que hice con la comitiva de autoridades y prensa que me acompañó en el recorrido inaugural.
La exposición causó verdadero asombro el fin de semana que duró el festival, un enorme mueble retroiluminado con las catas de 64 “vinos imprescindibles” y las respectivas botellas reales


Diseñada y concebida por Bernardo Ascanio (Ironika Keyword Marketing), la exposición causó verdadero asombro no sólo ese día, sino los dos del fin de semana que duró el festival. Un enorme mueble retroiluminado con las catas de 64 “vinos imprescindibles” y las respectivas botellas reales –salvo un par que estaban agotadas y el hueco quedó libre en el estante que se les había asignado–, enviadas por bodegas de las seis islas productoras actualmente, que se esforzaron por buscar en sus almacenes y cavas las referencias solicitadas, algunas de ellas ya una rareza en el mercado. Otro mueble, igualmente retroiluminado, mostraba 25 “quesos imprescindibles” en unas espléndidas fotografías de Tato Gonçalves.
Si esta propuesta expositiva atrajo la atención del público mientras la Casa del Producto Canario tuvo abiertas sus puertas –e incluía la posibilidad de degustar allí mismo vinos de esas mismas bodegas–, no menos expectación causaron las otras actividades del programa que habíamos diseñado: tres talleres simultáneos de entrada libre (hasta completar aforo) que se sucedieron, uno tras otro, los días sábado y domingo del Festival Enogastronómico Saborea Lanzarote.
El maestro quesero Isidoro Jiménez se desdobló impartiendo más talleres de los programadas, ante la demanda de un público que no dejó de llegar


El Taller del Vino reunió a profesionales de la talla de los enólogos Juan Jesús Méndez (Bodegas Viñátigo), Ignacio Valdera (Los Bermejos), Carlos Lozano (Teneguía) y Luis Molina (La Vica), sin olvidarnos del sumiller Gustavo Palomo, para unas catas que hicieron las delicias de los amantes del vino.
En el Taller del Queso, el maestro quesero Isidoro Jiménez se desdobló impartiendo más charlas con degustaciones de las programadas, ante la demanda de un público que no dejó de llegar.
El Taller del Producto abrió el foco a otros muchos alimentos y bebidas de la gastronomía canaria, con un amplio elenco de profesionales y productores que dieron a degustar café de Agaete, mojos, aceite de oliva, cervezas especiales Dorada, gofio, papas antiguas, jareas o castañas.