‘Sabina’, cuadro de Juan Guerra Hernández

Ilustración cedida para la portada de la revista PELLAGOFIO en el número dedicado a la isla de El Hierro (marzo 2013), obra
del pintor Juan Guerra Hernández (Las Palmas de G.C., 1945).
«Sabina»
Lápiz compuesto sobre papel, 2007.
Medidas: 40 x 50 cm.
Los inicios de Juan Guerra en la pintura tienen en el año de 1960 su primera cita destacada: comienza los estudios de pintura en la escuela Luján Pérez. Quince años después inicia estudios de Bellas Artes, primero en su ciudad natal y después en la Escuela Santa Isabel de Hungría de Sevilla, donde obtiene en 1980 la Licenciatura, según podemos leer en su biografía, en la web artistasdelatierra.com.
Dedicado a la enseñanza, desde 1983 es catedratico de Dibujo en diversos institutos de Las Palmas de Gran Canaria. Pero todavía no había concluido su deseo de adquirir formación: en 1984 comienza a estudiar Arquitectura en la ULPGC (Universidad de Las Palmas de Gran Canaria).
También en esa década de los 80 viaja por diferentes ciudades de Europa (Paris, Bruselas, Amsterdam) en los que “bebe” todo el arte que puede. Las diferentes etapas por las que ha pasado su pintura tuvo unos comienzos de “marcado estilo impresionista”, destaca su biografía. Más tarde su obra gira a un estilo más conceptual, influido por las corrientes artísticas que le inspiran en sus viajes por Europa.
El paisaje y las naturalezas muertas son sus temas más habituales, para lo que emplea el óleo y el dibujo, pilares en los que “se sustenta su obra”.
Para el escritor y crítico de arte y literatura Lázaro Santana, se trata de un pintor que “transmite en sus paisajes el pensamiento de la soledad. Las llanuras de arena, las montañas rocosas, los cielos negros, parecen conformar en sus obras un lugar desnudo, vacío de presencia humana. Son paisajes que hacen al hombre invisible, lo acogen en su idealidad, pero integrándolo, no superponiéndolo” (El Día, 15 de septiembre de 2009).
PELLAGOFIO (revista de gastronomía, etnografía, mundo rural y naturaleza de Canarias) solicitó a Juan Guerra que ilustrase la portada del número especial dedicado íntegramente a la isla de El Hierro. Su propuesta fue esta sabina herreña, una imagen que enseguida evoca los paisajes singulares e irrepetibles de la isla más occidental del archipiélago.