Algarada contra el tranvía en Las Palmas

Algunas noticias de accidentes de niños en el tranvía, con el resultado de una algarada popular contra la empresa, en ‘Diario de Tenerife’ (Santa Cruz de Tenerife, 1896 y 1904). Entrega de la serie “Curiosidades de hemeroteca” que incluye también otras noticias breves del correíllo afectado por un temporal y el tiempo empleado por unas palomas mensajeras entre La Laguna y Las Palmas. [En PELLAGOFIO nº 34 (1ª época, octubre 2007)].
Diario de Tenerife
(Santa Cruz de Tenerife, 1904).
Fuente: El Museo Canario.
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■ 15 marzo 1904
[Palomas mensajeras]
En el concurso de palomas mensajeras celebrado el día 10, las soltadas en La Laguna llegaron a Las Palmas en 2 horas y 15 minutos, no habiéndose extraviado ninguna ●
[Sin correspondencia].
El vapor Viera y Clavijo, que llegó esta mañana, no pudo recoger la correspondencia de las islas de Gomera y Hierro a causa del temporal ●
■ 8 febrero 1896
[Algarada contra el tranvía]
Ayer tarde en la calle de la Carnicería [de Las Palmas], atropelló [el tranvía] a un niño de 8 años, (…) dejándolo muerto en el acto. De esta desgracia tomaron pretexto los enemigos de la empresa de referido tranvía para promover una algarada que (…) tomó anoche serias proporciones. Numerosos grupos se reunieron dando voces en la plaza de Santa Ana, otros recorrieron con hachones parte de la calle de Triana, levantando los raíles, sin obedecer las órdenes de la autoridad, que se vio obligada al fin a pedir auxilio a la autoridad militar, disponiendo ésta que varias parejas de guardias provinciales de a pie y de a caballo ocuparan la referida vía ●

■ 11 marzo 1904
[Otro accidente del tranvía]
Ayer al mediodía ocurrió un accidente desgraciado. Al pasar un tranvía de carga por frente al castillo de San Cristóbal, un chico que iba trepando en la trasera de una vagoneta de remolque, cargada de grandes tubos de hierro, sufrió la fractura de una mano por haberse rodado uno de los tubos. Es extraño que no ocurran a diario desgracias semejantes, pues tal es el número de muchachos que se enraciman alrededor de los tranvías, que por milagro no son atropellados a docenas ●