“Mi patria es una isla…”, de Nicolás Estévanez

Nota de bienvenida a Nicolás Estévanez en la portada del republicano ‘El Progreso’ (Santa Cruz de Tenerife, 24 de mayo de 1906) y otras informaciones, como el problema de la tala de montes y la muerte de 22 marineros canarios en una draga del puerto de Nueva York. [En PELLAGOFIO nº 30 (1ª época, marzo 2007).]
El Progreso
(Santa Cruz de Tenerife, 1906).
Fuente: El Museo Canario.
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■ 24 de mayo de 1906
Don Nicolás Estévanez
Hoy habrá llegado a tierra canaria, a su querida patria, el gran demócrata y gran revolucionario y gran español don Nicolás Estévanez. (…) Él lo ha dicho en estrofas inspiradas, tiernas y sentidas (…):
…
Mi patria es una isla,
mi patria es una roca,
mi espíritu es isleño
como los riscos donde vi la aurora ●
Nuestros montes y el petróleo
El petróleo está ligado íntimamente al problema de la tala de los montes.
Desde hace algún tiempo se han introducido cocinas e infiernillos que, a base de petróleo, reemplazan con gran ventaja al carbón y la leña. Estas cocinillas son limpias, prácticas y de consumo económico. Su generalización –pues lo mismo se utilizan en las ciudades que en las aldeas– ha solucionado los conflictos que años pretéritos se originaban a causa de la escasez de carbón vegetal.
Por tal motivo, hoy podemos considerar al petróleo como artículo de primera necesidad, no ya por la comodidad que significa, sino porque sustituye al carbón y la leña, aliviando en gran parte las talas clandestinas de que eran objeto nuestros montes.
(…) ¿Sería impertinencia pedir que se gravasen los licores un poco más, entre ellos el «whisky», del que se hace un consumo extraordinario, y algunos otros artículos superfluos, y rebajar lo más posible el impuesto del petróleo?
Esto lo agradecerían los montes y los consumidores. PEDRO DELGADO RAMOS ●
■ 25 de junio de 1928
La draga ‘Navesine’ es hundida por un vapor, pereciendo 16 canarios
Desde hace días venían circulando rumores de una catástrofe ocurrida en la rada de Nueva York que afecta gravemente a estas islas, por ser españoles e isleños la mayor parte de las víctimas del espantoso suceso. (…) El vapor Swinburne abordó (…) a la draga del gobierno Navesine, ocupada en los trabajos de limpieza de fondos de dicha bahía y tripulada por marineros y operarios de distintas nacionalidades, pero muy particularmente españoles y entre ellos 22 canarios [sic].
La causa del accidente (…) según unos se debió a la densa niebla y mal estado del tiempo y según otros a una falsa maniobra del «Swinburne», pero lo cierto es que éste arremetió sobre la draga echándola a pique ●