Las islas Canarias producen menos del 10% de los alimentos que consume

En sus 700 mil hectáreas de territorio insular, el archipiélago apenas dispone de un máximo de 150 mil hectáreas de suelo agrícola, cantidad absolutamente insuficiente para dar de comer a dos millones de habitantes y a 15 millones de turistas, “lo que nos pone en una situación francamente débil”, dicen los ecologistas canarios. [En PELLAGOFIO nº 55 (2ª época, julio/agosto 2017)].
Por YURI MILLARES
“De las 150 mil hectáreas de suelo agrícola apenas 60 mil están cultivadas, así que más del 50% de ese suelo está abandonado y con cara de solar urbanizable –explica Eugenio Reyes, portavoz de la organización Ben Magec-Ecologistas en Acción–, cuando sería fundamental optimizar el 100% del suelo agrícola productivo de Canarias”. Esos alimentos que no producimos, evidentemente hay que comprarlos fuera, en un porcentaje muy superior al que aconseja la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), lo que limita peligrosamente la soberanía alimentaria del archipiélago, “con un déficit muy-muy grave, bloqueando cualquier actividad económica sostenible en Canarias”, insiste.

Es un tema que preocupa al Gobierno regional, “está muy en relación con las actuales circunstancias de fuerte vinculación a mercados internacionales y una dependencia del exterior que condiciona nuestra realidad agraria”, señalan desde su Consejería de Agricultura, Ganadería, Pesca y Aguas. “La reducción de esa dependencia exterior es un objetivo al que este Gobierno no renuncia”, afirman.
Esta preocupación también se manifiesta en el Cabildo de Gran Canaria, la única institución local canaria con un área de su gobierno que se llama, precisamente, Sector Primario y Soberanía Alimentaria. Su consejero, Miguel Hidalgo, señala que tenemos un “ratio escandaloso de dependencia del exterior y uno de los objetivos principales de este grupo de gobierno es la soberanía alimentaria”.
La soberanía alimentaria, un concepto estratégico que ha evolucionado a partir del de seguridad alimentaria, fue definido por primera vez por el movimiento internacional de agricultores La Vía Campesina, coincidiendo con una cumbre en Roma de la FAO y lo hizo en los siguientes términos: “es el derecho de cada nación a mantener y desarrollar sus alimentos, teniendo en cuenta la diversidad cultural y productiva”.
«Si un territorio o país no dispone al menos de un 40% de la producción alimentaria básica, pierde la capacidad soberana de tomar decisiones sobre cómo, dónde y a qué precio alimentarse»EUGENIO REYES, portavoz de la organización Ben Magec-Ecologistas en Acción
“El movimiento ecologista fue de los que empezó a formular el concepto junto con los pueblos indígenas de Sudamérica –explica el portavoz ecologista– y hay confusión, no se trata de la búsqueda de la autarquía, sino de la capacidad de los pueblos para decidir cómo y con qué se alimentan”. Organismos internacionales aconsejan, añade, “disponer al menos de un cuarenta por ciento de la producción alimentaria básica en un territorio o país, o pierde la capacidad soberana de tomar decisiones sobre cómo, dónde y a qué precio alimentarse”.
Estrategias de desarrollo
“Sin soberanía alimentaria sería inviable cualquier proceso productivo de progreso”, afirma Reyes y pone un ejemplo: “El año pasado nos visitaron 15 millones de turistas y sin embargo tenemos casi un 50% más de parados que en 2009, cuando nos visitaron 8 millones de turistas. ¿Cómo es posible? Eso se explica en claves de sostenibilidad y, sobre todo, de soberanía”, dice.

Para los ecologistas canarios la estrategia que permita alcanzar la soberanía alimentaria pasa por dos claves en apoyo del sector primario: una red pública de suministro de agua a la agricultura garantizando agua a coste cero, a partir del agua depurada que ya paga el ciudadano en su factura del agua de abasto, lo “que nos haría enormemente competitivos porque, aunque es verdad que los suelos en Canarias son escasos, sí son de alto valor ecológico”; la otra sería la soberanía energética a partir de las energías renovables disponibles. “La soberanía energética está íntimamente ligada a la soberanía alimentaria y es un eje fundamental para la gestión sostenible del suelo agrícola”, insiste Reyes.
Pero la soberanía alimentaria “no es un problema específico del sector primario, no es sólo plantar papas, es también almacenarlas, transformarlas cuando proceda y hacer que lleguen a los consumidores adecuadamente y en condiciones de calidad”, dice. Es decir, “entender la soberanía alimentaria como un elemento articulador del modelo económico de Canarias”, implicando, de modo especial, al sector turístico como gran consumidor de bienes y servicios.
«Hay que promover el cambio de hábitos de consumo para reducir la dependencia del exterior»NARVAY QUINTERO, consejero de Agricultura, Ganadería, Pesca y Aguas del Gobierno de Canarias
Para el Gobierno canario, “el objetivo es generar las condiciones para que la dependencia del exterior se reduzca y este objetivo se puede alcanzar mediante dos líneas de trabajo –destaca Narvay Quintero, consejero de Agricultura, Ganadería, Pesca y Aguas–. Por un lado, promoviendo un sector primario cohesionado, modernizado y profesionalizado, que sea capaz de planificar la producción y comercialización de un producto de calidad y diferenciado. Por otro lado, promoviendo un cambio en los hábitos de consumo entre la ciudadanía para apostar por una alimentación saludable basada en un producto fresco, de calidad y con mayores garantías alimentarias”.

En esa primera línea de trabajo, su consejería trabaja en la actualidad en “reducir las ayudas del REA a productos que pueden producirse en las islas, con el objetivo (sin generar desequilibrios en el precio de la cesta de la compra) de que no reciba ayuda a la importación ningún producto que compita de forma directa con el elaborado en el archipiélago”, por ejemplo, y especialmente, el queso.
En la segunda y siendo Canarias “destino turístico de importancia mundial por su paisaje y buena parte de ese paisaje estar relacionado con una actividad agraria tradicional”, debe haber “una línea clara de apuesta por generar sinergias entre el sector primario y el de la restauración y el turismo”. Esa sinergia “empieza a tomar forma y a convertirse en una realidad: hay ya cinco convenios firmados con otras tantas cadenas hoteleras y empresas distribuidoras para establecer canales de comercialización estables y que el consumo del producto local crezca en este ámbito”.
Para el Cabildo de Gran Canaria, “no solamente la isla, sino todo el archipiélago, debe ir creciendo paulatinamente en menor dependencia del exterior y mayor producción del interior, en definitiva, disponer de mayor producto local”, en palabras del consejero Miguel Hidalgo. Eso significa “atender las tierras de cultivo en desuso, apoyar al sector ganadero a tener su espacio incluso para el pastoreo y la trashumancia, generar empleo a la vez que recuperar un paisaje vinculado a la actividad agrícola y ganadera, sin olvidar a un sector pesquero que pasa por momentos muy delicados”.
«Estamos creando un banco de tierras abandonadas para que puedan ponerse de nuevo en uso»MIGUEL HIDALGO, consejero de Sector Primario y Soberanía Alimentaria del Cabildo de Gran Canaria
En este sentido, desde la Consejería de Sector Primario y Soberanía Alimentaria trabajan con la mirada puesta en reactivar la economía agraria, “primero, incentivando la demanda de productos que puedan ser plantados en la isla de Gran Canaria, donde las posibilidades son muchísimas; segundo, creando un banco de tierras abandonadas, tanto públicas como privadas, que puedan ponerse de nuevo en uso y dotarlas con los requisitos mínimos como riego, accesos, etc. (ya hay un equipo de técnicos elaborando el censo y unos convenios redactados para quienes quieran poner esas tierras en uso)”, explica Hidalgo. También hay una importante línea de inversión destinada a mejorar tanto la depuración de aguas residuales para uso agrícola, como la red de distribución y de impulsión de la misma.
Respecto a uno de los productos estrella de la isla, los quesos, se están desarrollando dos líneas de apoyo a las queserías, apoyo técnico para el asesoramiento in situ por personal especializado y apoyo económico para la mejora de las instalaciones así como a completar su legalización aquellas que lo requieran.
Ley del Suelo
En el debate sobre las medidas que necesita Canarias en su búsqueda de una soberanía alimentaria que haga de las islas un territorio sostenible, se ha introducido un elemento que genera posturas encontradas: la recién aprobada Ley del Suelo de Canarias.
«Permite una segunda actividad vinculada al sector primario, lo que mejorará las rentas de los agricultores y ganaderos»GOBIERNO DE CANARIAS
«Nos crea una gran preocupación por los usos permitidos en suelos de explotación agrícola, que no aclara»CABILDO DE GRAN CANARIA
«Es una tragedia, sigue entendiendo a Canarias como un simple solar y la condena a la imposibilidad de soberanía alimentaria»BEN MAGEC-ECOLOGISTAS EN ACCIÓN
Para su impulsor, el Gobierno regional, “es una herramienta clave” porque “simplifica los procedimientos para legalizar las explotaciones ganaderas, dignifica la renta de los empresarios del sector pues les permite una segunda actividad siempre que esté vinculada a la principal (sector primario); para desarrollar esta segunda actividad se permite aprovechar construcciones ya existentes; simplifica la categorización de los diferentes tipos de suelo rústico; y, básicamente, se trata de mejorar los procedimientos urbanísticos y de legalización y abre la puerta a segundas actividades, lo que mejorará las rentas de los agricultores y ganaderos”.
Preguntado desde Pellagofio el mismo día en que se aprobó esta ley, Miguel Hidalgo, consejero de Sector Primario y Soberanía del Cabildo de Gran Canaria, ha dicho que “nos crea una gran preocupación por los usos permitidos en suelos de explotación agrícola, que no aclara. Podemos convertir el suelo agrícola en un parque temático vinculado al turismo y, al final, lo menos importante es la actividad agrícola, potenciando el uso que se le daría al resto del terreno según el interés de los propietarios”.
Desde Ben Magec-Ecologistas en Acción, su portavoz Eugenio Reyes, habla de “tragedia” al referirse a “una Ley del Suelo que sigue entendiendo a Canarias como un simple solar. Que el 10% del suelo agrícola productivo, como dice esta Ley, se pueda convertir en actividades complementarias y hasta el 15% en las fincas productivas, prácticamente condena a Canarias a la imposibilidad de soberanía alimentaria”