Canarias sostenible

Vacas bombero en Gran Canaria, primera experiencia

Actuación piloto con bovino de la raza canaria para la prevención de incendios forestales en el barranco de Tejeda

Ovejas y cabras ya se emplean en la isla para limpiar el monte del ‘combustible vegetal’ que alimenta los incendios forestales. Pero hay otras iniciativas con el mismo fin y otros animales: en el Juncal de Tejeda se hizo la experiencia con burros y ahora son vacas de la raza canaria las que hacen de ‘vacas bombero’. [En PELLAGOFIO nº 101 (2ª época, noviembre 2021)].

Por YURI MILLARES

Emilio Navarro y Carla García Jaén ya habían participado hace unos años en un proyecto de burros bombero en El Juncal de Tejeda financiado desde la Asociación Insular de Desarrollo Rural de Gran Canaria. “Siempre pensando e ideando cosas para intentar buscar soluciones diferentes a problemas, en este caso, la abundancia de cañaveral en fondo de barranco y el riesgo de que sirvan para propagar incendios”, explica ella una mañana que han bajado al fondo del barranco de Tejeda a ver cómo están Manzana, Pajarita y “la pequeña” –una novilla–, a la que de momento llaman Milagrito.

Entre un espeso cañaveral, en el cauce del barranco al lado de la charca donde beben las vacas, el ganadero Juan junto a Emilio y Carla. | FOTO Y. MILLARES
En pocos días las vacas, al principio más torpes, ya se movían con soltura por el barranco. | FOTO Y. MILLARES

De Tejeda, ella es técnica forestal; de La Aldea, él tiene una empresa especializada en el mundo forestal.

Realizar la experiencia con vacas de la raza canaria “fue idea de Emilio –dice Carla– y nos juntamos varios amigos para intentar que el proyecto fuera una realidad. También por buscarle otra función a los animales de razas locales, porque cada día hay menos, van quedando como algo anecdótico o por amor de algunos ganaderos. Se trata de buscar la sinergia a las dos cosas”.

Sólo les faltaba sumar a algún ganadero al proyecto y lo encontraron en el primero al que le preguntaron. Juan del Toro, ganadero de Ingenio con vacas de la tierra como antes lo habían sido su padre y su abuelo, “lo vio muy claro y así empezamos con la idea”.

Con el apoyo del Área de Medio Ambiente del Cabildo, que ve con buenos ojos la idea y facilita los permisos, Carla, Emilio y Juan se pusieron en marcha el 20 de septiembre.

«Ahora están relajadas y tienen el pelo más brillante, se han limado las pezuñas de forma natural y se sienten cómodas» CARLA GARCÍA JAÉN

Comiendo libres en el fondo del barranco han mejorado su aspecto. | FOTO Y. MILLARES
Los primeros días empezaron comiendo sólo cañas, pero después ya ampliaron ellas mismas la dieta a tuneras (en la foto) y pasto. | FOTO CARLA GARCÍA JAÉN

El lugar elegido para la experiencia de vacas bombero fue un lugar de difícil acceso en el mismo fondo del barranco de Tejeda, a 660 m sobre el nivel del mar, en la zona de Los Colmenares y a los pies del barrio de La Higuerilla (760 m). Las vacas tardaron dos horas caminando desde casi la misma carretera Tejeda-Artenara donde les dejó el camión, a 1.160 m de altitud en la cumbre de la isla.

“Fue duro, porque no estaban acostumbradas a caminar tanto”, recuerda la técnica forestal. Las dejaron sueltas entre un gran cañaveral y junto a una charca de agua donde pudieran beber y en apenas un par de semanas ya se movían con soltura.

“Los primeros días sólo comían cañas y eso se notó en los excrementos (duros y secos), pero empezaron a moverse y a comer pasto y tunera, que son más húmedos, y fueron regulando la alimentación ellas mismas”, dice. “Ahora han mejorado su aspecto, están relajadas y tienen el pelo más brillante, se han limado las pezuñas de forma natural y se sienten cómodas”, añade.

«En Ingenio las alimento en invierno con pitas y les siembro avena, trigo, archita, de todo un poco»JUAN DEL TORO

Cuando llega el ganadero a verlas, trotan alegres a saludarlo. “En Ingenio las alimento en invierno con pitas y, al aproximarse el verano, comen también la flor del pitón (que es como miel, almíbar para ellas) y en el verano, las tuneras y las cañas, el verde de esa época. Y les siembro avena, trigo, archita, de todo un poco. También aprovechamos de lo que plantamos, como millo”, explica Juan del Toro.

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