Historia isleña

Los ‘godos’ eran sietemesinos

Diversos planes secretos desarrollados por americanos e ingleses contemplaron la invasión de las islas Canarias para los Aliados. Los preparativos incluyeron la redacción de un informe donde se describe a los canarios como “una raza diferente” que dedicaba apodos despectivos a los españoles. [En PELLAGOFIO nº 34 (2ª época, septiembre 2015)].

Por PABLO MILLARES y YURI MILLARES

Que la segunda guerra mundial también tuvo a las islas Canarias como escenario bélico no puede extrañar, dada la situación estratégica del archipiélago en el Atlántico. Numerosos incidentes tuvieron lugar en las aguas y cielos de estas islas, donde fueron hundidos submarinos y buques de superficie de los contendientes (incluso resultaron atacados o abordados barcos españoles) o fueron rescatados aviadores derribados en las cercanías (se dio el caso, poco conocido, de un combate aéreo entre dos cazas alemanes Messersmichdt y un Mosquito inglés de reconocimiento fotográfico, que terminó con este último derribado frente a la playa de Gran Tarajal, según el testimonio de Andrés Rodríguez Berriel que relatamos en nuestra sección Historia oral: “El paciente inglés fue derribado en Gran Tarajal”).

Los Aliados prepararon diversos planes de invasión de Canarias, con el puerto de La Luz y Las Palmas y el aeropuerto de Gando como objetivos principales, el más conocido de los cuales fue la Operación Pilgrim, un plan desarrollado por los británicos. PELLAGOFIO ha investigado directamente en la documentación secreta de estos planes, que se conservan en los Archivos Nacionales (National Archives) en Londres.

Documento clasificado “Most Secret” sobre la operación Pilgrim, en el que se establece la necesidad de vuelos fográficos sobre Canarias, pero evitando el riesgo de crear un incidente con España | archivo PELLAGOFIO
Documento clasificado “Most Secret” sobre la operación Pilgrim, en el que se establece la necesidad de vuelos fográficos sobre Canarias, pero evitando el riesgo de crear un incidente con España | archivo PELLAGOFIO

Para poder llevar a cabo tales planes de invasión, los ingleses necesitaban información sobre la población local y sobre las defensas militares. En un curioso documento, fechado en julio de 1941, se puede leer que “la población de las islas Canarias es ciertamente española, pero el 90% son canarios y nunca deben ser considerados de la misma manera que los españoles de la Península”.

Pieles rojas
En el párrafo siguiente añade que “los canarios son una raza diferente de los españoles, aunque últimamente se han entremezclado tanto con los peninsulares que, en muchos casos, es difícil distinguir diferencias. Antes de la conquista, las islas estaban habitadas por guanches, que tenían una similaridad racial con los pieles rojas [Red Indians en el original]. El guanche es un hombre alto y corpulento, y aunque de piel oscura, no es del color oliva del peninsular latino; y el pelo rubio no es raro de ver”.

Los canarios, “más altos y corpulentos que los españoles nacidos en la península”, continúa, “son muy conscientes de su superioridad física” y consideran “un insulto llamarlos españoles; son canarios y están orgullosos de ello”.

El informe afirma que los isleños llaman a los peninsulares, debido a su baja estatura, por el apodo “los de cincuenta kilos” [en español en el original], o, alternativamente, “siete mesiones” [en el original], por sietemesinos o, como explica en inglés: seven month babies (bebés de siete meses).

Los canarios, «más altos y corpulentos que los españoles nacidos en la península», consideran «un insulto llamarlos españoles» Documento secreto británico de 1941

En cuanto a las relaciones entre canarios y peninsulares, describe que “los peninsulares que son enviados a las Canarias, además de parecer feos y enfermos, son desagradables de muchas otras maneras. Desde el momento que llegan, tratan a los canarios como colonizados y son muy duros y mandones con ellos, con el consentimiento del Gobierno de Madrid. Incluso en sus quehaceres cumpliendo la ley son bastante irritantes, y así, cuando existe falta de honradez y corrupción en perjuicio del canario, que se ve en todas partes, no sorprende que exista una atmósfera de extrema hostilidad entre ellos”.

Telegrama del Consulado Británico enLas Palmas al Foreign Office, de julio de 1943, comunicando que el correíllo ‘León y Castillo’ transporta desde Villa Cisneros a Las Palmas a 10 aviadores ingleses derribados y, ante las dificultades para su repatriación, sugiere que se intercepte el buque | archivo PELLAGOFIO
Telegrama del Consulado Británico enLas Palmas al Foreign Office, de julio de 1943, comunicando que el correíllo ‘León y Castillo’ transporta desde Villa Cisneros a Las Palmas a 10 aviadores ingleses derribados y, ante las dificultades para su repatriación, sugiere que se intercepte el buque | archivo PELLAGOFIO

Correspondencia angloamericana
En cuanto a la información sobre las defensas costeras del archipiélago, hubo una constante comunicación entre ingleses y estadounidenses, de la que encontramos abundante correspondencia. Así, en la transcripción de un telegrama secreto cifrado (Secret Cypher Telegram), fechado el 22 de enero de 1942, enviado desde el Ministerio del Aire británico a sus aliados de Washington, se lee que son los americanos quienes iban a llevar a cabo tales misiones de reconocimiento aéreo sobre las islas de “Canaria, Tenerife, Fuerteventura y Lanzarote” para “identificar las defensas”.

En septiembre de ese mismo año todavía seguían intercambiando opiniones, en documentos con el membrete “Most Secret”, sobre si correspondía a los americanos o a los ingleses ser responsables de la necesaria misión fotográfica. A los británicos les preocupaba irritar al gobierno de Franco (“no sería prudente correr ningún riesgo de un incidente con España en esta coyuntura particular”, escriben), estimando necesario valorar lo antes posible cuándo tomar esas fotografías, “si ahora o después de que [la Operación] Torch haya comenzado”, haciendo referencia a los planes de desembarco en Marruecos de una fuerza expedicionaria angloamericana, en cuyo contexto se podrían justificar vuelos de reconocimiento sobre Canarias.

Buscando en los National Archives las hojas de vuelo que quedan de aquella época, hemos confirmado que entre el 10 y el 25 de septiembre de 1944 se realizaron diversos vuelos, para un reconocimiento completo de la línea de costa de todas las islas del archipiélago, con un avión Mosquito de la RAF (concebido como bombardero, su condición en aquellos años de ser uno de los aviones más veloces del mundo lo convirtieron también en ideal para misiones de reconocimiento fotográfico), tripulado por el teniente piloto Cotterill y el oficial de vuelo Eyre.

Publicaciones relacionadas

Botón volver arriba