Eclosión en Canarias, vuelve un tesoro perdido

La tortuga boba (de nombre científico ‘Caretta caretta’) es una de las más conocidas en Canarias. Pero hace mucho que dejó de criar en las playas del archipiélago. De un metro de longitud y 150 kg de peso cuando es adulta, su estampa volverá a ser habitual en las arenas de Fuerteventura: la primera camada de huevos reintroducidos ya tiene descendencia y está presta para volver al mar. [En PELLAGOFIO Nº 33 (1ª época, junio 2007)].
Por TONY GALLARDO CAMPOS
Gerente de Medio Ambiente del Cabildo de Fuerteventura y codirector del proyecto de Reintroducción de Tortugas Marinas
Canarias comparte con los otros archipiélagos de la Macaronesia una génesis común: su origen volcánico. Su disposición solitaria en el océano le confiere unas peculiaridades extraordinarias, que en el caso marino conforma una curiosa combinación de refugio y zona de alimentación. Además, por encontrarse en el camino de la corriente fría apellidada de Canarias, recibe un suplemento alimentario por la emersión de corrientes profundas que forman auténticos hervideros de zooplancton. Toda esta riqueza es motivo suficiente para que mamíferos y reptiles marinos pasen largas temporadas cerca de nuestras costas y que antaño las islas albergaran colonias de tortugas, focas y aves marinas.
En el proyecto de reintroducción de las tortugas en Cofete (Fuerteventura) se utilizan huevos procedentes de playas de Cabo Verde que no son viables, dándoles una auténtica segunda oportunidad

Un vuelco
El conocimiento sobre las tortugas marinas en el Atlántico dio un vuelco muy importante en 1997. En ese momento, un grupo de investigadores canarios dirigidos por el profesor Luis Felipe López Jurado describió la existencia de una colonia nueva en Cabo Verde. Desde entonces se vienen estudiando a fondo con voluntarios e investigadores.
Las tortugas marinas viven en el océano y se acercan a las costas para aparearse. Una vez fecundadas salen a la playa a poner sus huevos. Lo hacen de una forma atávica, cavan con sus aletas traseras a modo de manos un hoyo circular de medio metro de profundidad, donde depositan de 70 a 100 huevos. En tierra son muy vulnerables siendo fáciles de atrapar. Es por esto que desde siempre han constituido un suplemento alimenticio de las poblaciones costeras de las islas donde crían, y se piensa que haya sido también éste el motivo de su extinción en Canarias. Al regresar siempre al lugar donde han nacido, el expolio sistemático de los nidos acaba extinguiendo la especie.
Segunda oportunidad
El proyecto de reintroducción de las tortugas en Cofete viene a incidir sobre ello: se utilizan huevos procedentes de playas de Cabo Verde que no son viables, dándoles una auténtica segunda oportunidad. Se aporta un nuevo lugar de anidamiento en playas seguras y con condiciones térmicas más estables para el futuro. Al nacer, las tortugas majoreras quedan marcadas con las características geomagnéticas de la playa y volverán a poner huevos al mismo sitio.
Los resultados de esta primera y compleja fase de reintroducción no pueden ser más alentadores, tanto las instituciones canarias y caboverdianas (con sus respectivos gobiernos, así como el Cabildo de Fuerteventura, la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria y el Instituto Canario de Ciencias Marinas) como, en general, la sociedad majorera a través de vecinos, voluntarios y empresas privadas, se han volcado con el proyecto consiguiendo resultados espectaculares. Para nosotros se trata de un viaje apasionante en la recuperación de un tesoro perdido. Una restitución del orden alterado y, al mismo tiempo, una contribución más a la conservación de las tortugas marinas a nivel planetario.
■ TORTUGAS MARINAS Este verano, al mar Lugar de colocación de los huevos |