Fontanales a Pinos de Gáldar, en Gran Canaria

“Mirador a una singular caldera, si la bruma lo permite” lleva por título el texto tal y como aparece en la edición impresa (inédita). Son apenas cinco kilómetros de sendero, aunque subiendo para salvar un desnivel de más de 300 metros en el recorrido, que se puede hacer en dos horas y media. [En PELLAGOFIO nº 43 (1ª época, octubre 2009)].
Por YURI MILLARES
A la salida del pueblo de Fontanales en dirección a Juncalillo y Artenara, un letrero nos señala la dirección a tomar para ir al campo de fútbol. Por esa pista de cemento (el camino del Valle) accedemos al enlace con el sendero, subiendo unos 300 metros hasta el pozo del Valle (justo antes de alcanzar la instalación deportiva).
Cruzamos el barranquillo que hay detrás del pozo y, siguiendo visualmente la línea de postes subimos por el sendero al borde de los pinos. En pocos minutos tenemos a la vista el campo de fútbol bajo nosotros. Si elevamos la mirada, también vemos el lugar al que nos dirigimos en la línea del cielo de las montañas, coronadas por una torre de vigilancia contraincendios.
A mitad de recorrido llegamos a la carretera que hace el mismo camino que nosotros, pero cruzamos y seguimos nuestra propia subida por el sendero que, ahora, se adentra donde un pequeño poste indicador señala que vamos a ir a través del Monumento Natural del Montañón Negro.
Cruzamos algunas pistas y enlazamos, cuando otro poste indica que dejamos el monumento natural atrás, con un camino entre paredes de piedra (cañada de pastores, que en los veranos suben desde Caideros) en un tramo algo más empinado hasta llegar al mirador de los Pinos de Gáldar, sobre una singular caldera.