Legionario sacamuelas

La nada agradable visita de Totoyo Millares a la barbería del cuartel en Villa Cisneros… para sacarse una muela, quedó retratada en esta imagen de Benítez (tomada en 1957), el fotógrafo que recogió la vida en aquella plaza colonial española de finales de los 50 del siglo XX. Domingo Rodríguez la comenta en esta entrega de la serie el “Baúl del lector”. [En PELLAGOFIO nº 13 (2ª época, octubre 2013)].
Cuando el joven músico se alistó como voluntario en el arma de Aviación para librarse de hacer el servicio militar fuera de la isla, no imaginó que se le fueran a torcer los planes de aquella manera.
El estado de guerra silenciada que estaban a punto de iniciar España y Marruecos, sorprendió al soldado voluntario Luis Millares Sall destinado en la Villa Cisneros de mediados de los cincuenta, como meteorólogo del aeródromo militar que el ejército poseía en esa plaza del África Occidental Española, como la denominaba oficialmente el régimen de Franco.
El legionario sacamuelas mostraba orgulloso a la dama que, tatuada en su brazo, movía su lengua de piel tintada
Tampoco se imaginó el joven Totoyo Millares que fuera a acompañar con su violín la misa dominical en el acuartelamiento. Y que al margen de creencias y de Fe, tuviera que rezar, y mucho, para que el legionario metido a dentista no le arrancara el alma con la tenaza que intentaba arrebatar la muela que condenó a Totoyo a noches sin dormir y por tanto, a tener que pasar por la barbería del cuartel, previa ingestión de media botella de ron a modo de anestesia. Presenció la escena su amigo el fotógrafo Benítez, que inmortalizaría la instantánea, mientras el legionario sacamuelas mostraba orgulloso a la dama que, tatuada en su brazo, movía su lengua de piel tintada según el dentista ejercía presión sobre la tenaza que, además de quitar la pieza dañada al meteorólogo Millares, por poco nos quita también la posibilidad de disfrutar del arte del maestro Totoyo, la gran leyenda del timple.