Mensaje gozoso de Tropical sobre la chapa

Dos famosas cervezas de Las Palmas, la desaparecida La Salud y la aún apreciada Tropical, en otra entrega de la serie “Baúl del lector” a partir de una fotografía de la flota de vehículos junto a la fábrica de cerveza Tropical, a mediados de los años 60 del siglo XX. Del archivo de la Compañía Cervecera Canaria. [En PELLAGOFIO nº 3 (2ª época, septiembre)].
Hasta finales de los cuarenta, en que se crea la Compañía Cervecera de Canarias en Tenerife, correspondió a La Tropical abastecer el mercado del archipiélago. Sólo en Gran Canaria compartió presencia con otra fábrica, la primera de todas las islas: la Fábrica de Cervezas La Salud, fundada en 1910, que contaba con cervecería propia en la calle Canalejas de la capital grancanaria.
Una puerta de cristal daba acceso a un salón largo en el que estaban dispuestas ordenadamente mesas de hierro forjado y mármol. Espejos, cuadros, y una barra de madera a la derecha, bajo un altillo en el que cuatro o cinco músicos interpretaban distintas melodías al gusto de la época: tangos, pasodobles, valses, boleros…
Los camareros vestían a la manera clásica: pantalón negro, camisa y chaqueta blancas, y pajarita. En las bandejas, apetecibles jarras de la cerveza de la casa. Y platos de mejillones en escabeche
Los camareros vestían a la manera clásica: pantalón negro, camisa y chaqueta blancas, y pajarita. En las bandejas, apetecibles jarras de la cerveza de la casa. Y platos de mejillones en escabeche, de berberechos, de papas chips recién elaboradas, y tal vez alguna cosa más.
Pasado el espacio de la barra, un gran tabique de madera y cristal dejaba ver el patio. Más mesas, un estanque con peces de colores, y numerosas jaulas con gallinas exóticas y otras aves. Con el transcurrir del tiempo, la fábrica de cervezas La Salud limitó su producción al consumo en su propio local, uno de los más hermosos de la isla y del archipiélago, siendo La Tropical la que cubrió, en exclusiva, toda la demanda de la isla y la provincia, con una gran flota de vehículos –camiones, furgonetas Citröen de chapa ondulada, robustos Bedford–, anunciando el mensaje gozoso de la rubia cerveza: “Lúpulo y malta, la gloria cantan”.