Baúl del lector

Noveleros en la plaza de Tafira

La plaza de Tafira (a la izquierda de la fotografía), en construcción a principios del siglo XX… y la calle sigue igualita hoy. Enviada por una lectora de la revista, Domingo Rodríguez escribe su columna de esta sección comentando lo que la imagen le sugiere. [En PELLAGOFIO nº 9 (2ª época, abril-mayo 2013)].

Por DOMINGO RODRÍGUEZ MARRERO

La vieja carretera de Tafira, arteria de comunicación indispensable entre el centro de la isla de Gran Canaria y la capital durante décadas, se nos muestra libre de carruajes, imagen inédita para quienes la hemos transitado (y sufrido) en las últimas décadas, atestada de vehículos y retenciones desesperantes hasta que se puso en marcha la nueva vía o variante de Tafira. Se estaba construyendo la plaza del barrio. Los bloques de cantería esperan a que se les ubique en el lugar correspondiente, mientras los noveleros (que no faltan en ninguna obra que se precie), aparcan por un momento su interés en el seguimiento de la construcción para posar, sin que nadie lo pidiera, ante la cámara que los inmortalizaría.

Junto a la plaza en construcción, se aprecia el edificio que acogió una abacería la tienda de aceite y vinagre de toda la vida, pero con cierto nivel

La vieja carretera de Tafira muestra aún hoy la misma arquitectura que en el pasado, como se puede observar a través de este testimonio gráfico que nos envió Francisca Moreno desde La Laguna. Junto a la plaza en construcción, se aprecia el edificio que acogió una abacería (puesto o tienda donde se venden al por menor aceite, vinagre, legumbres secas, bacalao, etc., según señala el Diccionario de la Real Academia). En resumen, la tienda de aceite y vinagre de toda la vida, pero con cierto nivel.

Hoy, el espacio que antaño ocupara la abacería que regentó Santiago Espino, acoge a “El Zarcillo”, tasca enoteca que cuenta con amplia parroquia gracias a la sugerente y variada carta de vinos que ofrece.

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