La épica de vapores en fuga del fascimo

En marzo de 1937 un vapor correo protagonizó una espectacular fuga desde el Sahara Español a Dakar con presos políticos y soldados; en marzo de 1939 huía de Alicante el último barco cargado de refugiados ante el inminente asalto a la ciudad por las tropas franquistas. Dos hechos distintos y una misma épica con la singularidad de tratarse de dos buques diferentes pero en apariencia casi idénticos. Entrega nº 31 de la serie “Yo fui en el correíllo”. [En PELLAGOFIO nº 19 (2ª época, abril 2014)].
Por YURI MILLARES
Índice del relato, al pie de esta página
1.El 28 de marzo de 2014 se han cumplido 75 años de la partida del último buque con refugiados republicanos rumbo al exilio, en aquellos últimos días de la II República Española. Fueron poco más de tres mil los hombres y mujeres de todas la edades (incluyendo 147 niños) los que lograron huir del infierno en que se había convertido el puerto de Alicante asediado y bombardeado por las fuerzas fascistas.
Aquel episodio tuvo como protagonista de excepción al capitán inglés Archibald Dickson que, desobedeciendo las instrucciones de su propio gobierno (contrario a evacuar refugiados de puertos españoles si no era con el consentimiento del general Franco, quien no estaba dispuesto a dejar escapar a nadie de su nuevo régimen de terror), salió rumbo a Orán. Y ello pese al bombardeo de la aviación fascista italiana, que no consiguió impactar en el abarrotado y escorado carguero de bandera británica Stanbrook que mandaba. Otros 14.000 refugiados no tuvieron tanta suerte y quedaron en Alicante a la espera de más barcos de rescate que nunca llegaron: pasaron a engrosar la larga lista de presos que poblaron los campos de concentración de que se llenó España.
El capitán inglés Archibald Dickson desobedeció las instrucciones de su gobierno y salió rumbo a Orán con más de 3.000 refugiados republicanaos
La fotografía de ese carguero, que ha aparecido en algunos medios de prensa española al conmemorarse el 70 aniversario del viaje (por ejemplo, en el reportaje de Salvador Enguix “La última huida”, en la revista Magazine que, en Canarias, entregaron a sus lectores los periódicos La Provincia y La Opinión de Tenerife), me ha estremecido no sólo por la historia en sí de este “episodio épico” –como lo define Enguix–, sino por el recuerdo que me ha traído de otra huida igualmente épica que habían protagonizado dos años antes (1937) un grupo de presos políticos, soldados y marineros desde Villa Cisneros, en el antiguo Sahara Español.

El ‘Stanbrook’ y el ‘Viera y Clavijo’
Una imagen (la del Stanbrook) me trajo la otra (el correíllo Viera y Clavijo) y con ella la de la historia que protagonizó cuando 23 deportados que habían sido presos tras el golpe del 18 de julio de 1936 (entre ellos el poeta Pedro García Cabrera y el escritor José Rial Vázquez), 93 soldados y suboficiales del Regimiento Infantería Canarias nº 39, 34 tripulantes del Viera y Clavijo y dos pasajeros (152 personas en total) huyeron el 14 de marzo de 1937 de Villa Cisneros navegando hasta Dakar, sin ser interceptados por los buques y aviones que tanto fuerzas militares leales a Franco como de sus aliados de la Italia de Mussolini y la Alemania de Hitler lanzaron en su persecución.

Y es que el Stanbrook, un carguero de 70,1 metros de largo y 11 nudos de velocidad, botado en astilleros ingleses en 1909, parece un calco del Viera y Cavijo, de 66,5 metros de largo y 11 nudos de velocidad, botado en astilleros escoceses en 1911. La diferencia no estaba en su diseño exterior, sino en su equipamiento interior, ya que el primero era un buque de carga destinado al transporte de carbón con capacidad para alojar a 24 tripulantes y el segundo un barco de pasaje con capacidad para 176 pasajeros que disponía de camarotes de primera y segunda, además de alojamiento para pasaje de tercera clase y bodegas para el transporte de mercancías.
Pero mientras los pasajeros del Stanbrook fueron confinados en campos de concentración por las autoridades francesas de Orán, en condiciones de extrema dureza, los evadidos de Villa Cisneros pudieron salir para Francia tras desembarcar en Dakar y volver a territorio de España bajo control republicano, donde muchos se incorporaron a la lucha contra el fascismo. En Gran Canaria, sin embargo, el régimen franquista desató una feroz represión (fueron asesinados un centenar de personas entre el 19 de marzo y el 4 de abril, mientras que una quincena de familiares de los evadidos, sobre todo de tripulantes del correíllo, fueron detenidos y permanecieron presos hasta el 19 junio, cuando el Gobernador Militar de Las Palmas ordena su libertad para “celebrar” la toma de Bilbao).
■ ÍNDICE / Este artículo se organiza en seis partesUna fuga épica1–“La épica de unos vapores en su fuga del fascimo”, con el Stanbrock, el barco carbonero que evacuó de Alicante a los últimos refugiados republicanos días antes del fin de la guerra civil y el Viera y Clavijo… 2–“Los vapores que sacaron a Franco de Canarias”, el Viera y Clavijo fue el vapor correo que llevó a Franco de Tenerife a Gran Canaria para poner en marcha el golpe del 18 de julio. 3–“Prisiones flotantes en el puerto de Santa Cruz”, habilitadas por los fascistas en el puerto de Santa Cruz de Tenerife ante la saturación de las cárceles antes de ser enviados al destierro en el Sahara… 4–“En cuatro tiendas rodeadas por una alambrada”, la llegada de los deportados a un solitario fuerte en el desierto del Sahara Español para realizar trabajos forzados… 5–“Los deportados se fugan y la furia se desata”, cuando se fugaron de Villa Cisneros presos, la propia guarnición militar y los tripulantes Viera y Clavijo hacia Dakar. 6–Liberados al fin en Dakar, a bordo del vapor, el final de la odisea y la libertad ● |