Juegos de inteligencia, pervivencia guanche

«La riqueza lúdica que aún queda en Canarias no sólo no es poca, sino que es una de las más ricas del mundo en cuanto a juegos de inteligencia se refiere», escribe el autor en este artículo. «Esto no debe de extrañar –añade– si tenemos en cuenta que el mestizaje en las islas Canarias, resultado de aportes africanos, europeos, americanos y asiáticos, junto a lo genuinamente autóctono, ha sido largo y constante en el tiempo». [En PELLAGOFIO nº 27 (1ª época, diciembre 2006)].
Por JOSÉ M. ESPINEL CEJAS
Investigador, prepara una edición corregida y ampliada del libro ‘Juegos Guanches Inéditos. Inscripciones Geométricas en Canarias’.
Ya muy pocos cuestionan el hecho de que desde tiempos remotos el hombre juega, aunque en Canarias algunos siguen empeñados en encuevar a nuestros antepasados. Es indudable que todo ser humano siempre ha jugado de forma instintiva, natural y espontánea. ¿Por qué tendrían que ser diferentes nuestros antepasados? Pensar lo contrario es simple y llanamente racismo. Pero entre “jugar” –como praxis lúdica espontánea– y “jugar a un juego” existe una gran diferencia, pues mientras lo primero supone un ejercicio desarrollado de manera informal y en cierta medida involuntaria, lo segundo implica someterse a unas normas o reglas aceptadas de mutuo acuerdo y practicadas por decisión común.
La riqueza lúdica que aún queda en Canarias no sólo no es poca, sino que es una de las más ricas del mundo en cuanto a juegos de inteligencia se refiere. En este sentido hemos de recordar las palabras del profesor Manuel J. Lorenzo Perera cuando afirma que la cultura tradicional canaria es una de las más ricas y variadas del mundo. Esta afirmación no es gratuita, sino fruto de un concienzudo estudio realizado a lo largo de muchos años (más de 25) desde el Aula de Etnografía y Folclore del Centro Superior de Educación de La Universidad de La Laguna. Esto no debe de extrañar si tenemos en cuenta que el mestizaje en las islas Canarias, resultado de aportes africanos, europeos, americanos y asiáticos, junto a lo genuinamente autóctono, ha sido largo y constante en el tiempo, cuestión de milenios que el relativo aislamiento geográfico secular se encargó de preservar.
Se desarrollan en espacios geométricos concretos a modo de dameros que, originariamente, no solamente implicaban un desarrollo lúdico sino también matemático, geométrico, astronómico, cultural, social
Existen, sin embargo, aún parcelas inéditas que han pasado desapercibidas para la inmensa mayoría de los investigadores de nuestra cultura, tanto foráneos como del país. Una de ellas es, sin lugar a dudas, la que ocupa la presente aportación: Los juegos tradicionales de inteligencia. Se trata, generalmente, de juegos de inteligencia porque implican, aparte del aspecto puramente lúdico, cierta capacidad de abstracción, concentración, desarrollo de estrategias, de configuración y posicionamiento en el tablero de juego, de combate, etc., en el que el intelecto es la base principal para la consecución positiva del juego. Estas manifestaciones lúdicas se desarrollan en espacios geométricos concretos a modo de dameros que, originariamente, no solamente implicaban un desarrollo lúdico sino también matemático, geométrico, astronómico, cultural, social, incluso religioso, por citar sólo algunos. A menudo estos epigramas geométricos eran improvisados en la tierra o la arena, pero otros muchos son prácticamente imperecederos pues están elaborados en rocas basálticas, fonolíticas o similares.
El actual y creciente proceso de aculturación y transculturación universal de hoy,la televisión, la electrónica y sobre todo los modernos videojuegos, han conseguido que estén a punto de desaparecer
Hasta 1987, en que aparece la primera edición del libro Juegos Guanches Inéditos. Inscripciones Geométricas en Canarias, esta parcela cultural aún ni siquiera había sido mencionada pese a que era una de las más ricas, ancestrales y prometedoras de las que todavía pervivían. Los juegos han estado ahí, durante milenios, transmitidos de padres a hijos, de abuelos a nietos y de niños a otros niños. Por otra parte, el actual y creciente proceso de aculturación y transculturación universal de hoy, mal llamado globalización, así como la televisión, la electrónica y sobre todo los modernos videojuegos, han conseguido que estén a punto de desaparecer.
Ha pervivido entre los hombres del campo, sobre todo entre los pastores y cabreros, constituyendo un aporte fundamental en el campo de la cultura tradicional, la etnoarqueología y la arqueología funcional
Existen numerosos documentos arqueológicos que demuestran la existencia de juegos de inteligencia, desde la más remota antigüedad, en todas las civilizaciones y culturas. Canarias no se encuentra exenta de tales hallazgos, pues en Tenerife, La Palma, Lanzarote, Gran Canaria o Fuerteventura han aparecido una considerable cantidad de dameros de juegos, grabados en la roca, que, al encontrarse asociados a diversas manifestaciones rupestres y culturales de indiscutible filiación aborigen, demuestran el origen de su manufactura.
El conocimiento de algunas de estas inscripciones, como parte de una manifestación lúdica, ha pervivido entre los hombres del campo, sobre todo entre los pastores y cabreros, constituyendo un aporte fundamental en el campo de la cultura tradicional, la etnoarqueología y la arqueología funcional, la historiografía y las matemáticas, entre muchas otras. Entre estos juegos de tradicionales y de inteligencia se encuentran los de reflexión (la chascona, el carro de doce, el perro, el gato y las palomas, el ratón) y los de competición (como el ich-ich, el tángano, la lucha canaria o el juego del palo).