Patrimonio rural

Semillas que se extinguen, granos en peligro

Una pequeña muestra de los granos recolectados por Jaime Gil González, «cedidas por hombres y mujeres que, en algún momento, las recibieron de sus padres o abuelos, de ahí que las miremos casi como un verdadero tesoro». [En PELLAGOFIO nº 25 (1ª época, octubre 2006)].

Por JAIME GIL GONZÁLEZ
Ingeniero técnico agrícola, especialista en semillas canarias antiguas

Arveja blanca
Hasta hace pocas décadas gozaba de gran aceptación, quizás herencia de siglos de presencia en los campos donde siempre tuvo un sitio. Los usos de este grano comprendían su consumo en forma de caldos, compuestos y gofio, o el empleo de su paja en la alimentación animal. Las arvejas que hoy vemos en campos y en mercados, de grandes vainas, multitud de granos en cada una de ellas y porte pequeño, muy poco tienen que ver con las que los agricultores nos han descrito como antiguas en las diferentes islas. En La Palma, fue Celso Díaz, agricultor curioso de Las Manchas quién aún las conservaba en el año 2001, momento en que nos fue cedida una muestra ●

Cebada
El cereal que mayor presencia ha tenido en los campos de las islas. Arqueológicamente se ha constatado que se remonta a tiempos de sus pobladores primitivos. Intervino con frecuencia en la composición del gofio y en islas como Lanzarote, Fuerteventura y El Hierro fue, en muchas ocasiones, el componente único del mismo. Su aptitud para producir cosechas tempranas hizo que constituyeran un socorro al que acudir ante la escasez estacional de otros productos. Utilizada la paja para la alimentar al ganado, a medida que la ganadería ha ido desapareciendo se ha dejado de cultivar. Don Eliseo (La Fuga de Artenga, El Hierro) facilitó esta muestra ●

Chícharos de burro
También, según la isla, chícharos sajorines, chícharos negros o chícharos guanches, pertenecen al grupo de granos que van desapareciendo casi sin dejar rastros que nos indiquen que alguna vez estuvieron presentes. Se cultivaba antaño como alimento para los animales en tierras marginales, ya fuera en solitario o asociado con otras especies. Esta muestra procede de El Hierro, donde, junto con los lentejones, la archita y unos granos de cebada alternaba en las tierras jóvenes y arenosas del sur de la isla con los cereales (cebada y centeno), constituyendo el juelgo. Lázaro Machín, agricultor viejo de Taibique nos facilitó la muestra en el verano de 1998 ●

Chícharos moros
A pesar de su empleo abundante hasta hace apenas unas décadas en la alimentación del ganado vacuno, su abandono posterior ha sido drástico, desapareciendo totalmente de comarcas donde estaba fuertemente arraigado. Esta muestra procede de recolecciones efectuadas en la primavera del año 2001 en las medianías de Gáldar y Guía (Gran Canaria). Aún en esta comarca los chícharos moros forman parte de la mezcla de leguminosas que los agricultores echan a la tierra con el doble cometido de alternar con los cultivos principales y sustentar el ganado. La muestra que conservamos procede de Domingo Moreno, en Caideros (Gáldar) ●

Garbanzos
Una de las legumes más apreciadas en el archipiélago. El recuerdo de las tierras propias para su cultivo aún permanece en la memoria popular, pese a que éste apenas se practica. De hecho, los llanos de Tisamar en El Hierro, las vegas de Tetir y Guatiza en Fuerteventura y Lanzarote o el valle de El Palmar en Tenerife escasamente acogen hoy los restos de un grano en el pasado ampliamente extendido por los campos canarios. Las recolecciones realizadas en Tetir (Fuerteventura) en 1993 y en Femés y Teseguite (Lanzarote) en 2000-01 nos permiten contar hoy con muestras muy interesantes cedidas por agricultoras de avanzada edad ●

Garbanzo colorado
Quizás una de las variedades de garbanzo más rústicas y de mayor productividad de cuantas hemos recogido en Canarias. Aunque hemos obtenido referencias de su existencia en el pasado en La Gomera, Lanzarote (aquí conocido como garbanzo moro) y La Palma, en esta última es más fácil observar algunas plantaciones, principalmente en barrios del municipio de Tijarafe. En esta localidad incluso hemos detectado documentalmente la presencia de ciertos “garbanzos” en un testamento fechado en el año 1675. La muestra reproducida en el presente reportaje fue recolectada en el año 2001 y nos fue aportada por Don Adelto (Los Gomeros, Tijarafe) ●

Habas
Una de las legumbres con mayor presencia tradicional en los campos de las islas, fundamentalmente en las medianías bajas de las de mayor relieve. En cotas más altas, su papel de planta restauradora de la fertilidad era desempeñado por los chochos. Eran consumidas en caldos, potajes, tafeñas y en forma de gofio mezclado con otros granos; también eran ración para los animales. A lo largo de los siglos otras variedades de grandes vainas han ido recalando desplazando a las más antiguas, de vainas y granos pequeños (habas guanchas, moras o de monte). La muestra que reproducimos procede de La Gomera, recolectada en el caserío de Cubaba en 2004 por el arqueólogo Jacob Morales ●

Lentejones
Uno de los granos más marginales de cuantos han estado presentes desde antiguo en Canarias. Su existencia ha sido constatada en El Hierro, La Palma, La Gomera, Tenerife y Gran Canaria bajo denominaciones populares diferentes: lentejas, lentejas pardas, lentejas negras. En El Pinar (El Hierro) y en el noroeste de La Palma aún es posible observar pequeñas siembras destinadas a la obtención de alimento para el ganado. En tiempos de penuria sus semillas fueron cocinadas o reducidas a gofio. La muestra expuesta procede de El Hierro y nos fue cedida el verano de 1998 por Tomás Montero, agricultor ya fallecido de Taibique ●

Millo de la tierra
Los agricultores canarios reconocen y diferencian, en base a una serie de caracteres morfológicos y agronómicos, multitud de variedades de millo, con nombres tales como millo villero, millo de San José, millo gomero, millo canario. El gran trasiego de material que ha tenido lugar entre islas y la introducción de millos foráneos ha desplazado a los millos locales. Este proceso de pérdida ha quedado registrado en la memoria popular, aludiendo los agricultores al “casamiento” o “enamoramiento” de unos millos con otros. Una de las variedades más peculiares es el millo de la tierra o nano de Lanzarote, en este caso del pueblo de Tinajo, de Luisa Alayón ●

Lino
Su cultivo es muy antiguo (6.000 años antes de la era cristiana) y se empleó en Canarias para múltiples propósitos, siendo la elaboración de tejidos y útiles diversos con sus fibras (liñas, pabilos, sacos) su uso principal. Su semilla –la linaza–, fue usada en diversas aplicaciones medicinales e incluso consumida en forma de gofio. Hoy, su presencia en los campos de las islas es residual, vinculada a las artesanías textiles o a pequeños huertos como planta medicinal. Con este último propósito conservaba las semillas de linaza Neftalí Rodríguez en La Piedra (La Palma), agricultor de quién obtuvimos en la primavera del año 2002 esta muestra ●

Trigo de la tierra
Las fuentes documentales y la memoria popular albergan gran cantidad de información sobre las diferentes variedades de trigo que a lo largo de los siglos se han venido sembrando en el archipiélago. Fue el cereal más apreciado, tanto para la elaboración de panes como para su inclusión en el gofio. En Lanzarote aún persiste en los campos el uso de un trigo de la tierra que los labradores asumen como propio, antiguo, legítimo. Hoy, la elaboración de empleitas con su paja para la confección de sombreras y su empleo como cortavientos son los usos principales que han permitido la preservación de muestras como esta de Los Valles ●

Trigo morisco
Entre las variedades cultivadas es la que mayor presencia tiene en las fuentes documentales y bibliográficas del archipiélago. Su aptitud para progresar en tierras próximas a la costa le confirió un carácter distintivo, que quedó ampliamente recogido en antiguos cuadernos de cuentas, apuntes, cartas y contratos, que dejaron constancia no sólo de su ecología sino también de sus rendimientos e incluso de su apariencia: “Juana Rita dise q. del balle de gimenes le traxeron onse almudes y medio de trigo q. le dixeron era morisco yo lo bide pero paresiome mui granado” [Las Palmas de Anaga, 1769]. Esta muestra procede de San Miguel (Tenerife) ●

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